Google adquirió la empresa israelí BreezoMeter, una startup climática. El fin de la misma es monitorear la calidad del aire y mejorar la salud de las personas con el uso de datos atmosféricos que se obtienen mediante estaciones de detección. Además, se consiguen vía IA y algoritmos de aprendizaje automático que reconocen y detectan varios tipos diferentes de contaminantes.
«Dando seguimiento a nuestros muchos años de actividad en sectores como la información ambiental, Google Earth Engine, Explorer y el proyecto Air View, estamos entusiasmados de brindar información ambiental a personas, organizaciones y legisladores de todo el mundo». Esto le dijo Google a CTech.
Cofundada en 2014 por el ingeniero ambiental Ran Korber y el CTO Emil Fisher, la firma recaudó una ronda de financiación de la Serie C de 30 millones de dólares. La fecha fue junio de 2021. La ronda la lideró Fortissimo Capital.
Las empresas, incluidas AstraZeneca, Bosch, Dyson, Verizon Media, L’Oréal y cientos de otras, utilizan actualmente las API de contaminación del aire, polen y fuego de BreezoMeter. Lo hacen para brindar recomendaciones sobre la calidad del aire a los consumidores a través de sus aplicaciones móviles, dispositivos IoT para el hogar inteligente, automóviles y otras experiencias conectadas.
Según Korber, los sensores en Israel están muy separados y solo detectan un tipo de contaminante de aire. En Estados Unidos solo están disponibles en las principales ciudades, pero los que viven en área rurales no pueden verificar su calidad del aire.
“También recopila datos sobre la congestión del tráfico y puede detectar cualquier tipo de contaminante atmosférico. Ya sea que provenga de incendios forestales, emisiones de centrales eléctricas, etc. Comenzamos antes de tiempo en 2014 y vimos crecer la conciencia de la salud de las personas. Pero el COVID-19 aceleró la demanda de nuestro producto. Dicho esto, hemos tenido empresas líderes trabajando con nosotros en 2016 y 2017. Cuando llegó la pandemia, la conciencia sobre la salud, los factores estresantes ambientales y cómo podrían afectar la salud se convirtieron en preocupaciones más importantes”, añadió Korber.