Fuentes de una agencia de inteligencia europea y otros documentos indicaron que Rusia fabricó más de 2.500 unidades en un año. Ya ha sido desplegado causando daños a infraestructuras críticas, así como bajas civiles y militares
Por Anthony Deutschy Y Tom Balmforth
Rusia comenzó a producir el año pasado un nuevo dron de ataque de largo alcance llamado Garpiya-A1 utilizando motores y piezas chinas, que ha desplegado en la guerra de Ucrania, según dos fuentes de una agencia de inteligencia europea y documentos a los que tuvo acceso la agencia de noticias Reuters.
La inteligencia —que incluía un contrato de producción del nuevo dron, correspondencia de la compañía sobre el proceso de fabricación y documentos financieros— indicaba que IEMZ Kupol, una filial del fabricante de armas estatal ruso Almaz-Antey, produjo más de 2.500 Garpiyas entre julio de 2023 y julio de 2024.
La existencia del nuevo dron ruso que incorpora tecnología china no se había comunicado anteriormente. IEMZ Kupol y Almaz-Antey no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Las dos fuentes de inteligencia dijeron que el Garpiya, que significa Arpía en ruso, ha sido desplegado contra objetivos militares y civiles en Ucrania, causando daños a infraestructuras críticas, así como bajas civiles y militares.
Compartieron con Reuters lo que dijeron eran imágenes de Ucrania de los restos de un Garpiya, sin proporcionar más detalles. Reuters encontró información que refuerza esta conclusión, pero no pudo confirmar las imágenes de forma independiente.
Las fuentes pidieron que ni ellas, ni su agencia, fueran identificadas debido a lo delicado de la información. También pidieron que no se revelaran ciertos detalles, como las fechas, relacionados con los documentos.
Samuel Bendett, miembro adjunto del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense, un laboratorio de ideas con sede en Washington DC, dijo a Reuters que Garpiya, si se confirma, sugeriría que Rusia ya no tiene tanta dependencia de los diseños iraníes de drones de largo alcance.
“Si esto está sucediendo, podría indicar que Rusia puede ahora confiar más en el desarrollo interno, así como, obviamente, en China, ya que ambas partes en esta guerra dependen de muchos componentes chinos para la producción de drones”, dijo.
Irán, que no hizo comentarios para este reportaje, ha suministrado más de mil drones “kamikazes” Shahed a Rusia desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, según dijo el presidente ucraniano Volodimir Zelensky en mayo del año pasado.
Se han utilizado para agotar las defensas aéreas ucranianas y golpear infraestructuras lejos de las líneas del frente. Irán ha negado en repetidas ocasiones haber enviado drones a Rusia para su uso en Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso no respondió a la solicitud de comentarios para este artículo. El Ministerio de Asuntos Exteriores chino dijo a Reuters que Pekín controla estrictamente la exportación de artículos con posibles aplicaciones militares, incluidos los drones.
“Con respecto a la crisis ucraniana, China siempre se ha comprometido a promover las conversaciones de paz y la solución política”, dice el comunicado. Añadió que no había restricciones internacionales al comercio de China con Rusia.
El llamado de la OTAN
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió la semana pasada a China que dejara de apoyar la guerra de Rusia en Ucrania y afirmó que la ayuda de Pekín ha sido un factor importante en la continuación del conflicto.
El Garpiya “se parece mucho al Shahed”, pero tiene varias características distintivas, como una aleta atornillada única y motores Limbach L-550 E, dijo la agencia europea a Reuters. El motor, diseñado y fabricado originalmente por una empresa alemana, lo produce ahora en China una empresa local, Xiamen Limbach. La empresa no respondió a una petición de comentarios.
Reuters revisó un contrato por valor de más de 1.000 millones de rublos (10 millones de euros) firmado en el primer trimestre de 2023 entre el Ministerio de Defensa ruso y Kupol para el desarrollo de una fábrica para producir los drones.
Las fuentes de inteligencia dijeron que una antigua fábrica de cemento situada en Izhevsk, República de Udmurt, en el oeste de Rusia —que fue comprada por Kupol en 2020— está siendo utilizada para producir los drones.
Gracias a un video de una instalación rusa de producción de drones publicado en la aplicación de mensajería Telegram, Reuters pudo identificar el lugar como la fábrica de Izhevsk por el color y el diseño de las vigas del edificio y la arquitectura interna, que coincidían con las imágenes de archivo del lugar.
La ubicación de las imágenes de archivo se pudo verificar a partir de edificios, carreteras y árboles cercanos que coincidían con vistas de calles e imágenes de satélite.
Un prototipo del Garpiya se puso en marcha en el primer semestre de 2023, según los comunicados de la empresa. La producción alcanzó varios centenares en el segundo semestre de 2023 y se duplicó con creces hasta llegar a unos 2.000 en el primer semestre de 2024, según la agencia.
Bendett, analista de defensa, afirmó que 2.500 drones al año representarían una parte considerable de la producción rusa. El máximo comandante militar de Ucrania, Oleksandr Sirski, dijo el mes pasado que Rusia ha disparado casi 14.000 drones de ataque desde que invadió el país en febrero de 2022, entre ellos el Shahed iraní y los drones de fabricación rusa Geran-2 y Lancet.
Documentos corporativos fechados en el segundo trimestre de 2023, revisados por Reuters, mostraban que el proveedor TSK Vektor adquirió piezas de empresas chinas para ensamblarlas en la planta de Kupol; también debían entregarse 800 motores chinos a la nueva planta, donde la línea de producción debía estar lista a finales del trimestre.
TSK Vektor no respondió a la petición de comentarios.
El servicio de inteligencia europeo afirmó en el comunicado que le preocupaba que empresas chinas siguieran suministrando componentes que permitían la producción rusa de grandes aviones no tripulados kamikazes. “Hay que poner fin a la exportación de componentes esenciales a Rusia”, afirmó.
(Reuters)
Fuente: INFOBAE
Debemos volver a la antigua cortina de hierro
China Rusia y los demás seguidores se compearan y se venderán entre ellos.
El mundo occidental tiene q caminar hacia no comprar ni un clavo chino.
El motor no parece tan especial al ser de combustible para hélices, y según tengo entendido casi cualquier cosa puede volar si se le pone un motor, sobre todo ahora que los drones se estabilizan fácilmente mediante un simple chip de nivel de electrónica común. En el caso de los drones kamikazes quizás la parte más importante sea el sistema de comunicaciones para dirigirlo y el de navegación autónoma, o ahora mismo extraña que no comiencen a verse drones kamikazes con navegación totalmente autónoma mediante Inteligencia Artificial, sin depender de comunicaciones ni de GPS que pueden ser interceptados o manipulados mediante interferencias.