El Prestigioso Festival Israel que se lleva a cabo en Jerusalén, cumple este año su edición 60, lo cual es una buena razón para festejar en grande. Recordemos que la edición del Festival 2020 celebrada durante la pandemia fue un festejo que se realizó exitosamente en vivo y en línea, a pesar de los desafíos.
De hecho, la ausencia de arte y cultura en todas partes durante el año pasado reveló cuán importante es para las personas y para el funcionamiento adecuado de la sociedad. Los directores y productores del Festival de Israel, declaran estar muy contentos de volver a escena, junto a los artistas y el público, y poder encontrarse cara a cara una vez más.
Eyal Sher, director del Festival declara: “Nos sentimos honrados y emocionados de conmemorar el 60 Aniversario del Festival, que son 60 años de excelencia artística. Tras la frágil secuela de la pandemia, el festival se reaviva con renovada relevancia a medida que exploramos el significado del arte en la sociedad a través de diversas colaboraciones artísticas”. El director artístico Itzik Giuli agrega: “Las nuevas preguntas que surgen de este período en el tiempo abrieron muchas puertas y posibilidades para los artistas en todos los medios creativos”. Este año el festival se despide de Itzik Giuli con agradecimiento y gran aprecio.
Algunos montajes importantes de este año:
“Conexiones inspiradoras”: Cuarenta artistas israelíes presentan obras transversales originales de cuarenta obras israelíes icónicas que los inspiraron, destacando siete décadas de arte israelí.
“El becerro de oro» estreno de la adaptación de un álbum clásico de Ehud Banai. Con la participación de Berry Sakharof, Corine Elal, Eran Tzur, Efrat Ben Tzur y otros.
“Hogar – Espíritu – Hospitalidad”, siete artistas y siete familias radicadas en Jerusalén invitan al público a visitar los espacios artístico-familiares que han creado juntos.
“Esperando a Nissim”, la Orquesta de Jerusalén Este y Oeste, dirigida por Tom Cohen, presenta un cuento musical basado en una historia de Etgar Keret y Shira Gefen, que también participan.
Desde España llega “Macho Man” de Alex Rigola, una conmovedora instalación teatral documental, que revela la cruda realidad de la violencia hacia las mujeres y confronta al espectador con las condiciones que permiten que continúe.
“Aparcamiento Público”: Un estacionamiento subterráneo se ha transformado en un escenario animado, donde siete coreógrafos presentarán obras específicas del lugar.
“Rutina 2.0” surge de varios meses de residencia de artistas en organizaciones de Jerusalén que culminan en una serie de encuentros artísticos únicos en varios puntos.
El Centro Eden-Tamir en Ein Kerem presenta la serie de música clásica característica del festival, esta vez es un homenaje al 60 Aniversario del Festival.
El proyecto “Poem Ba’lev” presenta dos conciertos especiales en colaboración con el Centro Felicja Blumental