El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció que ordenará desclasificar información de inteligencia relacionada con el atentado de 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), que permanece impune.
Tras «26 años del atentado a la AMIA, ordenaré a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI, servicio secreto) desclasificar los testimonios secretos brindados por agentes de inteligencia en los juicios en los que fuera investigado el hecho y la responsabilidad de funcionarios del Estado en el encubrimiento del mismo», dijo Fernández.
En su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Parlamento, el mandatario aseguró que también se desclasificará «toda documentación reservada que exista» en la AFI relativa al ataque contra la AMIA, en el que murieron 85 personas.
El de la AMIA fue el segundo ataque terrorista sufrido en Argentina, tras el perpetrado en 1992 contra la embajada de Israel en Buenos Aires, en el que fueron asesinadas 29 personas.
La comunidad judía local atribuye a Irán y a Hezbollah la planificación y ejecución de ambos atentados.
En su discurso, Fernández también anunció que firmará un decreto para modificar la Ley de Inteligencia e impedir a los organismos de inteligencia «realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o desarrollar tareas de investigación criminal como auxiliares de la Justicia».
«No habrá excepción alguna que quiebre esa resolución», aseveró el jefe de Estado.
Luego de asumir la Presidencia argentina, el pasado 10 de diciembre, Fernández ya había intervenido la Agencia Federal de Inteligencia, donde, según aseguró el mandatario, se ha terminado «con el oscurantismo que imperó» en los últimos años.
«De esta manera, a paso firme, estamos poniendo fin al secretismo con que se manejan parte de los fondos públicos, a la influencia de la inteligencia estatal en las investigaciones judiciales y a cualquier forma de espionaje político interno», señaló Fernández. EFE