¡Feliz verano en el Hotel Giladi!

Piscina y panorama

Chiquita Levov

Al norte del país en el sitio privilegiado que es el kibutz Kfar Giladi, hay un hotel que se levanta en el centro de un pintoresco bosquecillo natural rodeado de césped y jardines muy cuidados. Hotel Giladi: un hospedaje que ofrece una atmósfera totalmente confortable, pastoral y auténtica tocada por visos históricos. Preparándose para el verano el director general del hotel Duddi Ben Gal nos invitó a una visita de introducción en la cual expuso la renovación de todas las partes del hotel. Realizada durante los últimos dos años, se completó con una inversión masiva.

Dudu Ben Gal

Ben Gal nos dice: “Se renovaron los edificios, algunas habitaciones y la piscina al aire libre. El kibutz Kfar Giladi pronto marcará 105 años de su fundación y la historia del lugar se combina armónicamente con la experiencia vacacional en el Hotel Giladi. Además, la Galilea está en plena floración, sus paisajes son mágicos y el clima es perfecto”.
Más datos en www.giladi-hotel.co.il

Durante la visita pudimos ver que el Hotel Giladi está rodeado de una vista impresionante de los Altos del Golán, el valle de Hula, el monte Hermón emergiendo de entre nubes grises, pintado sobre un fondo de cielo celeste y con sus altos árboles de ancho tronco, que pronostican una estadía romántica, pastoral y también con muchas aventuras.  Ben Gal explica que para este verano se ha creado un plan para vacaciones familiares vibrantes y muy variadas que incluyen muchas actividades, talleres en los espacios abiertos del hotel, excursiones guiadas, visitas al kibutz, el rincón de los animales, fascinantes paseos nocturnos con faroles, la visita al “Beit Harishonim” y al “Beit Hashomer” y mucho más.

“Beit Harishonim”

El kibutz Kfar Giladi  fue fundado en 1916 por miembros de la Asociación “Hashomer”, tiene un pasado y una herencia gloriosos que simbolizan el comienzo del asentamiento en la Alta Galilea. Durante las vacaciones se recomienda retroceder en el tiempo, disfrutar de las propiedades cuidadosamente conservadas y experimentar el fascinante recorrido por los senderos para descubrir los secretos de los pioneros.

Sendero de los gallineros

El hotel ubicado en un área espaciosa tiene 158 amplias habitaciones y suites muy bien equipadas, que permiten adaptarse a cualquier tipo de turismo, romántico o familiar. Un amplio restaurante que sirve los mejores productos de la Galilea bajo la dirección del chef Arik Gino, ofrece diariamente un menú excepcional. El departamento de eventos está capacitado para producir eventos privados y profesionales, pues el edificio principal del hotel cuenta con un nuevo y sofisticado centro de conferencias que incluye varios salones, salas  equipadas con tecnología de avanzada.

Entrada a un “slik” secreto

Hay dos piscinas: una al aire libre de verano y otra cubierta climatizada, donde se puede nadar todo el año y un gimnasio muy bien equipado. Un spa con seis salas que ofrece una amplia gama de tratamientos realizados por terapeutas profesionales. Una gran terraza en la azotea con una vista espectacular de 360 ​​grados. También está el club infantil con muchas actividades y un bar que ofrece un rico menú de lácteos y variedad de bebidas.

Beit Hashomer

Uno de las atracciones más importantes en este hotel son los paseos gratuitos adaptados al visitante, en los que se puede visitar los sitios históricos relacionados con la colonización de Israel, por un área que perteneció a los pioneros: el «Beit Rishonim», el primer edificio del kibutz construido en 1918, y «El primer granero», una casa construida con piedra de basalto. El recorrido incluye la emocionante visita a uno de los famosos «slicks» clandestinos, donde se guardaban la mayor cantidad de armas del país, escondites que se mantuvieron en secreto durante una larga  época bajo el nombre de “De eso no se habla”. También se recomienda la visita al museo “Beit Hashomer”, donde se ha renovado la exposición y muestra cómo comenzó todo.

Rincón de los animales

Aprovechando los edificios que aún se conservan en buen estado, se reconstruyó la avenida de los “rishonim” y el paseo conocido como el “Sendero de los gallineros” (Shvil Halulim), porque los locales que ahora lo ocupan eran gallineros. La idea en general es la de ofrecer en el mismo lo mejor de los productos de la Galilea en un complejo recreativo, artístico y culinario con varios locales: la cafetería “HaKukia” que ofrece un excelente menú de productos lácteos, la cervecería boutique “Udiz”, donde se sirven deliciosas cervezas y el famoso sushi del lugar. Hay galerías de arte locales, un estudio de Pilates, una tienda de gafas única con gran variedad de modelos, inclusive gafas de creación propia,  una librería y ferias regionales ocasionales. Al  final del sendero hay una explanada con edificios de piedra muy antiguos que conservan toda sus autentica belleza al estilo europeo.

Fotos: Chiquita Levov

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