El rey Felipe VI expresó su deseo de que las «legítimas aspiraciones» de los israelíes y palestinos de convivir en paz y seguridad se hagan factibles con dos Estados con fronteras internacionalmente reconocidas.
El monarca español defendió esa posición en el brindis durante la cena de gala en honor del presidente de Israel, Reuvén Rivlin, al término de la primera jornada de su visita de Estado a España, la primera de un jefe de Estado israelí en veinticinco años.
En su discurso, Felipe VI dijo que España «anhela que Israel conviva armoniosamente con sus vecinos y desarrolle sus lazos con la Unión Europea» y mostró su confianza en que se pueda revivir «el espíritu de Madrid» de 1991.
Ese año la capital española acogió una conferencia de paz para Oriente Medio, auspiciada por Estados Unidos y Rusia, que «tantas esperanzas internacionales despertó» y que abrió una vía de diálogo para la región.
«Sabemos que los grandes designios se acompañan de grandes desafíos», dijo Felipe de Borbón, quien aseguró al mandatario israelí que «en España encontrará un socio, un aliado, un amigo leal y comprometido».
Por su parte, Rivlin destacó que ambos países compartan una relación «robusta y extensa» y añadió que España «es una piedra angular» de la identidad israelí y su nexo no debe limitarse solo a «un pasado, una tradición y una nostalgia».
La amistad entre España e Israel «debe ser una alianza del presente y una alianza del futuro», ha subrayado el mandatario, quien asumió la presidencia del país en julio de 2014.
Felipe VI recordó que en 2016 se conmemoró el trigésimo aniversario del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países y subrayó que las democracias se relacionan a través de sus instituciones, pero también de sus sociedades civiles
«Son sociedades, la española y la israelí, que se atraen fuertemente, como vemos por el creciente turismo; que se reconocen en un legado compartido y en su carácter mediterráneo común», agregó el rey de España.
Repasó la presencia tradicional de la comunidad judía en la península Ibérica (fueron expulsados por los Reyes Católicos en 1492) y destacó el «legado que nos une y nos trasciende por su profundidad y significación: es la herencia sefardí que representa una edad dorada de la cultura judía preservada durante siglos en el lenguaje y las costumbres en todo el mundo».
Hace unos años España aprobó una ley para dar la nacionalidad a los sefardíes que acreditarán descender de aquellos y Felipe VI dijo que es emocionante ver «cómo sefardíes de todo el mundo acudan al reencuentro con España».
Rivlin reivindicó el legado sefardí y «la retahíla de recuerdos, sonidos, olores y sabores» que despierta España en la comunidad hebrea.
«En el imaginario colectivo del pueblo judío, España es un lugar de ensueño», dijo Rivlin, para quien este país que ahora visita «ya no es la nostalgia, sino el hogar».
Felipe VI y la reina Letizia habían dado el recibimiento oficial a Reuvén Rivlin y a su esposa Nechama.
En esta visita de Estado Rivlin está acompañado por la ministra de Igualdad, Gila Gamliel; el gran rabino jefe searadí de Israel, Yitzhak Yosef; y la presidenta del grupo parlamentario y de amistad Israel-España, Revital Swid, la Premio Nobel de Química Ada Yonath y representantes de las distintas comunidades y confesiones religiosas que conviven en Israel.
Tras este recibimiento oficial el mandatario israelí acudió a la sede del Ayuntamiento de Madrid, donde fue recibido por la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, y recibió las Llaves de Oro de la ciudad.
Hoy, martes, Rivlin se dirigirá a diputados y senadores españoles en una alocución solemne en el Senado.
Un encuentro con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy y otro con empresarios figuran también en la agenda de mañana de Rivlin. EFE