Por el general de brigada (retirado) Udi Dekel
Un alto funcionario de Hamas se refirió al reciente ataque diciendo que “las acciones armadas en el corazón de Tel Aviv ilustran la infiltración de la resistencia en el sistema de seguridad israelí”.
La Yihad Islámica elogió al terrorista que lanzó el ataque con disparos en el corazón de la ciudad como «una de las operaciones de resistencia más poderosas que conmocionó a Israel y expuso su fragilidad en su núcleo: Tel Aviv».
La organización también pidió más “operaciones de guerrilla” y ver al “shahid” [mártir] del ataque como un modelo a seguir.
Hezbollah también se unió a los festejos, afirmando que la resistencia palestina está demostrando su capacidad para confrontar a Israel y responder a sus crímenes en un lugar que no esperaba: en su propio territorio.
La organización también insistió en que el ataque expuso la debilidad y la confusión de Israel entre los cuerpos de seguridad.
Estamos en medio de una campaña de terror asesino, cuyo principal orquestador es Hamás en estrecha coordinación con la Yihad Islámica Palestina (recientemente han tenido lugar cuatro reuniones de coordinación en Beirut entre Salah al-Aruri, a cargo de las operaciones del ala militar de Hamás en Cisjordania, y Ziyad a-Nahala, secretario general de la Yihad Islámica).
El propósito de esta campaña es unir los frentes de la lucha palestina contra Israel en un escenario integral y abarcar las actividades de las diversas facciones.
Al mismo tiempo, este despliegue tiene como objetivo aumentar y acelerar el debilitamiento del control de la Autoridad Palestina sobre Cisjordania, como es evidente en el área de Jenín, que está controlada por elementos terroristas.
En los últimos meses, Hamás ha llevado a cabo una intensa campaña de incitación, especialmente antes del Ramadán, una época en la que se intensifican los sentimientos religiosos y nacionales, dirigida a jóvenes y adultos palestinos por igual, a los que no están afiliados o independientemente de su afiliación organizativa.
La campaña alienta el autosacrificio en nombre de un objetivo nacional-religioso sublime, y se supone que es la primera de una escalada de tres etapas: la primera, los ataques con disparos de individuos en ciudades israelíes, que hasta ahora ha tenido un éxito notable.
La segunda implica encender Jerusalén y Cisjordania tras el éxito de los ataques y debido a las duras medidas de respuesta de Israel.
En cada declaración, y especialmente en respuesta a un ataque exitoso, Hamás pide una escalada de la lucha contra Israel en Cisjordania, pero hasta ahora el plan no ha logrado expandir la «resistencia» de los ataques individuales a un violento levantamiento popular en Jerusalén y Cisjordania.
La tercera etapa está condicionada al éxito de la segunda fase y a la respuesta de Israel: la escalada generalizada en Cisjordania y Jerusalén dará legitimidad a Hamás para provocar una confrontación con Israel, mediante el lanzamiento de cohetes y misiles desde la Franja de Gaza.
Jerusalén es el frente más sensible. Prevenir el terrorismo y los disturbios en la ciudad calmará a los otros frentes y frustrará el marco de escalada formulado por Hamás.
Si Hamas inicia una escalada en la Franja de Gaza antes de que los eventos se extiendan a Jerusalén y la Autoridad Palestina, le resultará difícil explicarle al público de Gaza por qué provoca daños importantes, interrumpe los esfuerzos de reconstrucción para mejorar el tejido social de la región y detiene la expansión de los permisos de trabajo israelíes.
Por lo tanto, la Franja de Gaza no arderá sin un incendio en Jerusalén.
Tendemos a contar solo los ataques que han violado el muro de la defensa israelí, y no los muchos que fueron frustrados.
De hecho, ha habido una serie reciente de ataques terroristas, acompañados de un mayor esfuerzo de incitación por parte de Hamás.
De ahí la pérdida de la sensación de seguridad que ha surgido en las últimas semanas entre el público israelí.
Israel, por su parte, persigue políticas y acciones diseñadas para desbaratar el plan de Hamás.
El gobierno está actuando sabiamente en su intento de separar a la población palestina en Cisjordania de los terroristas en su seno y permitir que el público palestino prosiga la mayor rutina posible, incluida la adhesión a la intención del suministro de ayuda durante el Ramadán.
Además, el gobierno busca diferenciar entre los diversos frentes terroristas y, en particular, se abstiene de enfatizar una afinidad entre Hamas y Cisjordania y elementos terroristas entre los ciudadanos árabes de Israel.
Israel debería centrarse en frustrar el plan de Hamás de expandir el conflicto desde los disparos individuales a una campaña de múltiples frentes y de múltiples organizaciones.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
Me parece muy teórico el artículo!
«Israel debería centrarse en frustrar el plan de Hamás de expandir el conflicto desde los disparos individuales a una campaña de múltiples frentes y de múltiples organizaciones.»
Eso es más fácil decirlo ( o escribirlo! que hacerlo!!! El autor del artículo no dice cómo se haría para frustrar el plan de Hamás! Por eso digo que este artículo no es nada práctico!
Mientras sigamos hablando de «Cisjirdania» y con eso, en vez de decir Judea y Samaria, ya estamos envalentonando a los palestinos.
Exito táctico…
Si Israel responsabilizara a Hamas por los ataques de aquellos a los que esa organización terrorista elogia por sus cobardes ataques a civiles, y atacara a posiciones militares de ella, cada vez que elogie a terroristas, se cuidarían de no elogiar a cobardes fanáticos asesinos. Por otro lado, la prensa israelí debe difundir los ataques calificándolos de animales cobardes y otros epítetos.