Tras la reunión del primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, los ciudadanos israelíes pronto no requerirán visa para entrar a Estados Unidos.
El programa de exención de visa reúne a 39 países de todo el mundo. Con Donald Trump en presidencia, el último en unirse había sido Polonia. El próximo que integraría el listado sería Croacia, e Israel entraría pronto en ese grupo.
La relación entre Israel y EE. UU. es una de las más fuertes del mundo, lo que hacía inusual el requisito. La tardanza de tomar la decisión se debió a los pasaportes biométricos, el consentimiento israelí para revelar información criminal sobre ciudadanos israelíes y el trato en el aeropuerto Ben Gurion de ciudadanos estadounidenses de origen palestino.
La insistencia del embajador de Israel en territorio norteamericano Gilad Erdan influyó mucho en la posible resolución final. La tarea de Erdan reveló que los israelíes cuyas solicitudes de visa fueron rechazadas eran, en su mayoría, soldados dados de baja.
Meses atrás, Blinken y Erdan se reunieron personalmente para tratar este tema. En la reunión, el embajador le manifestó su preocupación sobre las dificultades de los jóvenes israelíes para obtener la visa para visitar o vivir en territorio estadounidense.