Hady Amr, la persona fuerte del gobierno estadounidense en relación a Israel y Palestina, hizo un pedido al gobierno israelí para apoyar a la Autoridad Palestina (AP).
Según reportes, Estados Unidos entiende que la AP está en su peor momento en años. La pandemia y la suspensión de las elecciones, además del aumento de críticas internas ponen al gobierno con sede en Ramallah en una situación frágil.
La crisis es múltiple. Económica, pero también de legitimidad, con un gobierno liderado por un nonagenario Mahmud Abbas que volvió a suspender las elecciones que no se realizan desde 2005.
Hace semanas, la muerte de un militante conocido en redes sociales por parte de las fuerzas de seguridad palestinas encendió una mecha. En Hebrón y Ramallah se sucedieron protestas inéditas contra el gobierno de Abbas.
Amr se reunió con Abbas, el primer ministro de la Autoridad Palestina, Mohammad Shtayyeh, y otros altos funcionarios palestinos en Ramallah, así como con funcionarios israelíes en Jerusalén y Tel Aviv mientras se encontraban en la región esta semana.
El gobierno israelí sigue entendiendo a Abbas como un socio central. Sin embargo, la posición del sucesor de Yasser Arafat es cada vez más endeble. El gran interrogante es también el papel de Hamás en la dirigencia palestina.
Para Estados Unidos, una caída de la AP podría tener consecuencias imprevisibles. Un mayor extremismo del lado palestino podría ser sin dudas un obstáculo mayúsculo para la seguridad de Israel.