Por Sima Shine.
La reciente escalada de los combates en el norte, tras el importante golpe sufrido por Hezbollah con las explosiones de buscapersonas (bíperes) y las eliminaciones de altos oficiales, entre ellos Ibrahim Aqil, ha provocado duras reacciones en Irán.
El vicepresidente de Asuntos Estratégicos de Irán, Mohammad Javad Zarif, compartió públicamente la carta de condolencia que envió al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y llamó a la comunidad internacional a poner fin a los «crímenes del régimen sionista».
Mientras tanto, la Guardia Revolucionaria iraní sigue emitiendo declaraciones prometiendo la postergada respuesta a la eliminación, en Teherán, de Ismail Haniyeh, el jefe de la oficina política de Hamás.
Sin embargo, las reacciones de los altos funcionarios de Irán, en particular del ministro de Exteriores y el presidente, reflejan una mezcla de vergüenza y confusión.
El ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, acusó a Israel de intentar arrastrar a Estados Unidos e Irán a la guerra, afirmando que Irán «no caerá en la trampa de Israel», distanciando implícitamente a Teherán de unirse al conflicto.
En otra declaración, Araghchi advirtió que «Irán no permanecerá indiferente ante el último ataque del régimen sionista en el Líbano», sin asumir un compromiso concreto de implicación directa.
El presidente de Irán añadió que si bien su país no busca desestabilizar la región, actuará contra quienes perjudiquen a sus aliados.
Se apresuró a enfatizar que una guerra en el Medio Oriente será inútil y tendrá consecuencias irreversibles.
Esta escalada en el Líbano llega en un momento problemático para el liderazgo de Irán, coincidiendo con la visita del presidente Masoud Pezeshkian y su ministro de Exteriores a Nueva York para la sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Este es el primer evento internacional del nuevo presidente y una oportunidad importante para interactuar con líderes, periodistas y personas influyentes del mundo.
La víspera de su visita, tanto el presidente como el ministro de Exteriores reiteraron su deseo de reanudar las conversaciones nucleares y levantar las sanciones a Irán.
Tras estas declaraciones, el viceministro de Exteriores de Irán se reunió con Enrique Mora, enviado de la Unión Europea para las negociaciones con Irán y responsable de las conversaciones nucleares en 2021-2022.
Los iraníes enfatizaron que esta reunión se centró en «el levantamiento de las sanciones nucleares contra Irán» y en abordar las preocupaciones de la comunidad internacional.
No hay duda de que se están llevando a cabo intensas consultas entre Irán y Hezbollah para determinar sus próximos pasos.
Su objetivo hasta ahora ha sido evitar una guerra total y al mismo tiempo preservar la fuerza de Hezbollah tanto en futuras confrontaciones con Israel como en su papel como actor clave entre las milicias en Irak y el Yemen.
La decisión sobre cómo proceder en el Líbano recae en Nasrallah.
Si decide continuar los combates, el reclutamiento de milicias de Irak y Afganistán por parte de Irán podría contribuir a extender los combates e infligir daños a Israel, incluso si Teherán prefiere reducir la escalada.
En esta etapa, es probable que Teherán evite cualquier participación directa, reservando esa opción sólo en el caso de un escenario particularmente severo para Hezbollah.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
La verdad es que los dirigentes iraníes son unos hipócritas. Zarif habla de «crímenes del régimen sionista» como si no supiéramos que los mayores asesinos y violadores de la soberanía de los pueblos del MO son los gobernantes de Irán. ¿A quién creen que van a engañar si los sensatos sabemos quienes son los que tienen al MO y el mundo como está de inseguridad y terrorismo?