No cabe duda que la exposición pública internacional del Primer Ministro Benjamín Netanyahu en este mes de enero ha sido insuperable. Recibió a 40 Líderes Mundiales en Jerusalén para el Quinto Foro Internacional por la Memoria de las Víctimas del Holocausto y el Antisemitismo, luego viajó a los Estados Unidos para recibir un impactante Plan de Paz con los palestinos. Y no solo eso, el reconocimiento de la futura y posible anexión de las colonias judías de Cisjordania. Pero el raid aéreo del Primer Ministro aún le deparaba un destino más y un compromiso asumido: La visita a Rusia, el encuentro con Vladimir Putin y cumplir su palabra de liberar a Naamá Issachar.
Para este momento político interno de Israel, conseguir el indulto del Presidente Ruso Vladimir Putin por “principios del humanismo” como comunicó el Kremlin fue el primero del logro principal: Conseguir la liberación definitiva de la joven israelí. Es de público conocimiento que Rusia no es el mejor país para caer detenido por posesión de drogas. Es, sin dudas, un guiño político a Netanyahu.
El caso es que Naamá fue liberada durante la estadía del Primer Ministro israelí en Moscú. El encuentro con su madre, Yaffa, con Benjamín Netanyahu y con su esposa Sara fue de pura alegría y emoción. Como cierre de la exposición mediática del Primer Ministro, la recientemente liberada Naamá Issachar volvió en el avión oficial junto al Primer Ministro y su comitiva.