Una encuesta elaborada por la consultora Kantar y publicada por la emisora estatal Kan sugiere, que, si las elecciones se llevaran a cabo hoy, el partido Likud, encabezado por el diputado Benjamín Netanyahu, obtendría 34 escaños, lo que lo convertiría en el partido político más grande de la Knéset (Parlamento).
El partido centrista Yesh Atid (Hay Futuro), liderado por el primer ministro en funciones Yair Lapid, lograría el segundo lugar con 21 escaños.
La tercera fuerza estaría constituida por el ultraderechista Partido Religioso Sionista con 10 diputados.
El cuarto lugar sería para el partido de centro Azul y Blanco, dirigido por el ministro de Defensa, Benny Gantz, con 8 legisladores; mientras que el Partido Laborista conseguiría cinco escaños. El partido izquierdista Meretz superaría raspando el umbral mínimo electoral (el 3,25% de los votos emitidos) con lo que sumaría cuatro diputados.
Los partidos ultraortodoxos askenazi Judaísmo Unido de la Torá y sefaradí Shas, conseguirían siete y ocho escaños respectivamente.
La Lista Conjunta árabe y la Lista Árabe Unida (Raam) lograrían seis y cuatro diputados cada uno.
El partido nacionalista secular Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), liderado por el ministro de Finanzas Avigdor Liberman, sumaría cinco escaños. Mientras que los partidos Nueva Esperanza, encabezado por el ministro de Justicia Gideon Saar, y Yamina (Derecha) liderado antiguamente por el ex primer ministro Naftalí Bennett y actualmente por la ministra del Interior, Ayelet Shaked, lograrían cuatro legisladores cada uno, superando a duras penas el umbral mínimo electoral para ingresar al Parlamento.
De acuerdo con este sondeo de opinión, el bloque de partidos encabezado por Netanyahu sumaría 59 escaños.
La Knéset está compuesta por 120 escaños por lo que se necesita una mayoría mínima de 61 diputados para formar la coalición de Gobierno.
La encuesta fue elaborada mediante una muestra representativa de 552 personas.
Es una infamia que después de más de dos siglos desde la revolución francesa haya que exigir a estos bárbaros aristócratas el voto por cabeza y no por partido.