El Partido Likud, encabezado por el primer ministro en funciones, Benjamín Netanyahu, seguiría siendo la agrupación política más votada si se llevaran a cabo hoy las elecciones.
Una encuesta elaborada por Panels Politics y difundida por el diario Maariv le adjudican al Likud 29 escaños (actualmente posee 36), de las 120 bancadas que tiene en total la Knéset (Parlamento).
Le siguen de lejos los partidos Yesh Atid (Hay Futuro), encabezado por Yair Lapid, y Nueva Esperanza, del exministro, Gideon Saar, con 16 escaños cada uno y el partido Yamina (derecha), liderado por Naftalí Bennett, más atrás con once diputados.
La Lista Conjunta árabe recibiría 10 escaños (actualmente tiene 15); mientras que la Lista Árabe Unida (Raam), que se separó recientemente del bloque electoral conocido como Lista Conjunta árabe, recibiría apenas el 0,9% de los votos, muy lejos del umbral mínimo del 3,25% de los sufragios que se precisa para ingresar al Parlamento.
Israel Beitenu (Israel Nuestro Hogar), que busca promover una visión nacionalista secular, del diputado Avigdor Liberman, obtendría ocho diputados, lo mismo que el partido ultraortodoxo sefaradí Shas. El partido ultraortodoxo ashkenazí Judaísmo Unido de la Torá, les pisa los talones con siete legisladores.
En la izquierda del espectro político, el Partido Laborista obtendría seis escaños y Meretz cinco.
El partido religioso nacional Habait Haiehudí en alianza con las agrupaciones ultraderechistas, Otzmá Iehudit (Poder Judío) y Noam, lograría trabajosamente superar el umbral mínimo electoral y, por ende, recibiría automáticamente cuatro escaños.
El partido Azul y Blanco del actual ministro de Defensa, Benny Gantz, no lograría ingresar en el Parlamento.
Netanyahu sigue siendo el candidato favorito con el 47% de aceptación en un hipotético mano a mano con Gideon Saar, que obtendría el 42%.
En cambio, Netanyahu se lleva el 43% frente a Bennett con el 39%.
En cambio, el margen entre Netanyahu y Lapid sería del 56% a favor del primero contra el 36% del candidato centrista.