A seis meses de la llegada al poder de la coalición de Naftalí Bennett y Yair Lapid, una encuesta del Canal 12 trajo buenas y malas noticias para el oficialismo.
Según el trabajo, el gobierno actual es en gran parte impopular. Paradójicamente, también mostró que no hay muchas otras opciones. Las nuevas elecciones continuarían con el estancamiento parlamentario que asoló a Israel durante unos dos años y cuatro elecciones.
Si las elecciones se celebraran hoy, el 45% de los encuestados señalaron a Benjamín Netanyahu como primer ministro preferido, 25% a Bennett y 24% a Lapid.
Cuando se les preguntó qué gobierno preferían, el 43% dijo que prefería el gobierno anterior liderado por Netanyahu, mientras que el 36% prefirió el gobierno actual liderado por Bennett y Lapid. Otros no tuvieron una respuesta clara.
Yendo al reparto de bancas, el bloque pro-Netanyahu juntaría 57 escaños, insuficientes para lograr formar gobierno. Misma cantidad de bancas le quedarían a la coalición oficialista. Los seis escaños restantes serían para la Lista Conjunta, representante de los intereses árabes.
Dividido por partidos, la encuesta mostró que el Likud sube a 34 escaños; Yesh Atid recibiría 19; Shas y Kajol Labán obtendrían nueve; Laborismo, Judaísmo Unido de la Torá y Sionismo Religioso siete cada uno; Yamina, Lista Conjunta e Israel Beitenu seis cada uno; Meretz y Ra’am cinco cada uno; y Tikva Jadasha se derrumbaría por abajo del umbral necesario para ingresar.
Una pluralidad de israelíes también dijo que estaban en contra del acuerdo de rotación entre Bennett y Lapid en el futuro (Lapid se convertirá en primer ministro en agosto de 2023): 44% se opone a la rotación, 40% la apoya y 16% no lo sabe.
La encuesta, realizada por el encuestador Manu Geva, incluyó a 509 encuestados y su margen de error es del 4,4%.