El martes 10 de septiembre de 2024 se celebró en Varsovia una emotiva ceremonia. Los Archivos Arolsen, un centro internacional de documentación, información e investigación sobre la persecución nazi, trabajo forzado y el Holocausto nazi en Alemania y las regiones ocupadas, que contiene aproximadamente 30 millones de documentos, devolvieron un grupo de joyas confiscadas por los nazis a Stanislawa Wasilewska durante la Segunda Guerra Mundial a sus familiares, y a los herederos de otros 12 prisioneros polacos.
Por parte de Wasilewska, fueron entregados dos crucifijos de ámbar, una parte de una pulsera de oro y un reloj grabado a su nieto y bisnieta.
Wasilewska fue arrestada el 31 de agosto de 1944 durante el Levantamiento de Varsovia y enviada al campo de concentración femenino de Ravensbrück y luego al campo de trabajo forzado de Neuengamme. Allí fue donde le confiscaron sus pertenencias.
Malgorzata Koryś, su bisnieta, reveló emocionada que “es una historia que no conocíamos completamente y ahora ha salido a la luz”.
Floriane Azoulay, directora del archivo Arolsen, expresó por su parte que “cada objeto es lo último que una persona tenía antes de convertirse en prisionero, antes de convertirse en un número”.
Gran evento. Se ha hecho mucho trabajo. Respeto.