Tras la caída del régimen de Hafez al-Assad a fines del año pasado, que produjo grandes cambios en la política interna de Siria, un grupo de judíos de origen sirio, que viven fuera del país ha visitado Damasco por primera vez en más de tres décadas.
Se trata de un hito histórico y simbólico en las relaciones entre la comunidad judía y Siria, ya que la comunidad judía en Siria se ha reducido drásticamente, y hoy en día se estima que quedan apenas siete judíos en todo el país, cuando en tiempos pasados Siria albergaba a decenas de miles de miembros de esta comunidad.
Entre los visitantes se encontraba el rabino Joseph Hamra, de 77 años, y su hijo Henry, de 48, quienes llegaron desde Estados Unidos. Durante su visita, tuvieron la oportunidad de leer un rollo de la Torá en una de las sinagogas de la capital siria, y también recorrieron la ciudad vieja de Damasco.