En pocos años se podrá volar al trabajo en un avión eléctrico personal

Una simulación de AIR ONE en vuelo. Foto cortesía de AIR

Por Brian Blum  

El noticiero de la mañana informa sobre un tráfico terrible en la ciudad. El Waze no tiene una solución alternativa y te necesitan en la oficina a las 9 en punto para una reunión importante con un cliente.

“No hay problema”, dirás. “Volaré al trabajo”.

Así, literal.

Esa es la promesa que hace el AIR ONE de la startup israelí AIR que en octubre ya empezó a tomar pedidos anticipados esta semana para su eVTOL, un auto eléctrico de despegue y aterrizaje vertical.

¿Cómo? Sí, pedidos anticipados de un auto volador personal.

La mayoría de los demás fabricantes de este tipo de vehículos, como la israelí Urban Aeronautics, están enfocados en una funcionalidad más comercial como la respuesta médica de emergencia.

eVTOL es el término técnico para lo que los fanáticos de la movilidad han estado anticipando desde principios de la década de 1960 cuando el personaje de dibujos animados Súper Sónico se trasladada a su trabajo en Espacio-cohetes espaciales Espacio S.A.

El de AIR es un auto volador que funciona con las mismas baterías que se usan en los coches eléctricos de hoy. Se cargará desde la misma infraestructura utilizada para el Chevy Bolt o el Ford F-150 eléctrico.
Por el contrario, el CityHawk de Urban Aeronautics funcionará con pilas de combustible de hidrógeno.

La gran revelación de AIR está aún a cuatro años de su desarrollo final pero el modelo inicial de la compañía será un biplaza que podrá volar 180 kilómetros a 250 kilómetros por hora.
Los primeros usuarios pueden hoy pagar una tarifa simbólica para ser los primeros en la fila cuando finalmente se lance AIR ONE.

Cómo convertirse en piloto

Por el momento, no se espera que el vehículo en funcionamiento esté listo hasta 2024. Entonces, ¿para qué anunciarlo ahora cuando aún faltan unos años para la realidad?

“Queríamos demostrar que es posible. “Y queríamos empezar una relación con los clientes para recibir sus comentarios. Los pedidos anticipados no son tanto por el dinero sino para demostrar que existe un mercado viable. El gran obstáculo tiene que ver más con la adopción y menos con la regulación”, le dijo Rani Plaut, director ejecutivo y cofundador de AIR, a ISRAEL21c en Español.

Por regulación Plaut se refiere a las reglas de las autoridades de aviación como la Administración Federal de Aviación de EEUU que determina dónde puede volar un eVTOL y qué licencias se requerirán.

“Hay varios niveles de licencias piloto -explicó Plaut-.Nos gustaría el nivel inferior y estamos trabajando con la FAA para aprobarlo”.

La licencia de nivel inferior que busca Plaut es más parecida a obtener una licencia de conducir que a una certificación de piloto tradicional ya que solo requiere 15 horas de práctica y cinco horas de vuelo en solitario.
El costo de este tipo de capacitación cuesta, según Plaut, unos pocos miles de dólares.

Volar por intención

El software y el hardware de AIR ONE están diseñados para que volar sea tan simple como conducir un automóvil. “La mayoría de las aeronaves utilizan el sistema ‘volar-por-cable-. Ahí hay una conexión mecánica entre el ‘volante’ del vehículo y las alas y los rotores”, explicó el directivo.

AIR One utiliza lo que Plaut llama “vuelo por intención”. Toda la navegación es realizada a través del envío de señales digitales a los controladores de motor y otros elementos. No hay conexión mecánica.

Avión eléctrico personal AIR ONE. Foto cortesía de AIR

La digitalización también permite que AIR incorpore algunos conocimientos importantes.
En ese sentido, Plaut describió que la empresa diseña el giro a la izquierda “de la mejor manera posible, un giro a la izquierda perfecto diseñado y fabricado como lo hubiera hecho el mejor piloto”.

¿Eso es inteligencia artificial? “Todo lo contrario. La inteligencia artificial aumenta la escala en complejidad y nosotros vamos en sentido contrario. Nuestros componentes centrales mantienen la aeronave estable y en la posición correcta. Esto simplifica muchas funciones y permite que la nave haga el giro perfecto a la izquierda basándose en funciones innatas basadas en reflejos”, respondió Plaut.

De todos modos, incluso con el software más inteligente, en el aire habrá problemas de seguridad.

“La gente hacía la misma pregunta en la década de 1920 sobre los automóviles. En Londres, a principios de siglo, si alguien tenía un coche, ¡debías tener una persona delante!”, observó Plaut.

En ruta a la tercera dimensión

En el espacio eVTOL no falta competencia: hay desde naves para aficionados individuales hasta sofisticados taxis aéreos de cuatro millones de dólares pero Plaut no se mostró demasiado preocupado porque cree que cada nuevo eVTOL “contribuirá a que la gente se sienta cómoda al ir a la tercera dimensión: el cielo”.

Cada AIR ONE tiene un paracaídas incorporado para que, si hay un accidente en el aire, el piloto llegue al suelo de manera segura.

Al margen del software, la otra gran innovación de AIR tiene que ver con la escala. Otros fabricantes de autos voladores pueden producir 20, 50 e incluso 100 naves al año porque el proceso es mayormente hecho a mano.
En ese sentido, Plaut diferenció la fabricación de AIR ONE de la producción automatizada de coches.

“Nuestras aeronaves están diseñadas con una calidad de producción de nivel automotriz”, dijo Plaut.
Es que AIR tiene como objetivo fabricar decenas de miles de coches voladores cada año.

Una superpotencia secreta

AIR fue fundada por Chen Rosen, un entusiasta de la aviación y los UAV desde hace mucho tiempo, en parte para abordar la congestión de las carreteras al trasladar parte del viaje diario al aire.

Sin embargo, los usuarios iniciales probablemente no serán habitantes de la ciudad.

“Prefiero que los primeros clientes lo usen en áreas rurales o aterricen en las afueras de la ciudad y tomen un Uber para trabajar. Se podría usar para hacer turismo o hacer un picnic con amigos”, ​​señaló Plaut.

Con su alcance relativamente corto, el AIR ONE no es adecuado para un viaje de vacaciones desde Tel Aviv a Eilat y viceversa (al menos no aún) aunque el alcance y la funcionalidad mejorarán.

El estacionamiento es otra razón por la que AIR ONE puede no ser aplicable para entornos urbanos. “El vehículo es grande como dos autos estacionados con una cantidad sustancial de espacio entre ellos”, describió el ejecutivo.

Sin embargo, AIR ONE tiene un superpoder secreto: es plegable. Cuando esté plegado, medirá aproximadamente el tamaño de una sola camioneta Ford F-150.

El vehículo tiene un tren de aterrizaje plegable y ruedas eléctricas para entrar en un lugar estrecho. “No se puede conducir en la carretera, es demasiado lento. Si bajamos el listón y no volamos a ciudades o áreas congestionadas al principio, entonces la pregunta será si estamos dispuestos a gastar dinero en un vehículo que cuesta lo mismo que un automóvil y si confiaremos en la tecnología de AIR para viajar del punto A al B”, enfatizó Plaut.

Para él, el futuro de la movilidad está en el cielo pero para llegar allí la empresa debe generar confianza en los consumidores en los eVTOL como un modo legítimo de transporte diario y desarrollar vehículos a gran escala para hacer realidad esa visión.

Transporte personal

Plaut contrastó al AIR ONE con la construcción de un sistema completo de taxi aéreo. “Eso es más como un mini-aeropuerto. Necesita pilotos comerciales, operadores y espacios de aterrizaje”, manifestó.

Ir por la ruta más personal le permite a AIR evaluar el mercado antes de escalar. “La esencia de la compañía es tener algo parecido a un Tesla”, reconoció, y anticipó que el AIR ONE se venderá de forma directa a los consumidores a través de salas de exhibición.

Siguiendo la analogía de Tesla, Plaut señaló que “el primer Tesla no recorrió más de 273 kilómetros”. Pero incluso 160 kilómetros de alcance cubren “suficiente parte de su vida para la mayoría de las tareas, incluidos los desplazamientos”.

Plaut añadió que el precio de AIR ONE será similar al costo de un Tesla Model S.

En cuanto a la tarifa de pedido anticipado, Plaut indicó que la compañía trabajará con cada cliente caso por caso: “Queremos cierto nivel de compromiso, pero será una pequeña cantidad”.

La visión de la empresa, dijo Plaut, es “hacer algo tan fácil como un automóvil con una autonomía práctica y un precio práctico. Si podemos hacer eso, creo que podemos marcar una diferencia real”.

El futuro está en el cielo

Aún es muy pronto para los autos voladores personales -“hay más de 80 millones de autos vendidos al año. Estamos en cero”, señala Plaut- y hay mucha infraestructura para construir.

“Los coches voladores son ​​una realidad. La tecnología de la aviación existe y se está llevando a cabo una revisión regulatoria en etapa inicial tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de EEUU para llevar los eVTOL al mercado. Lo que no existe es un lugar para aterrizarlos. En las próximas décadas, la infraestructura de la ciudad se verá muy diferente. Los puertos verticales dentro de la ciudad que pueden acomodar eVTOL de todos los tamaños y capacidades de distancia serán algo común en la metrópolis moderna”, escribió Nimrod Golan-Yanay en TechCrunch.

En ese momento, un Súper Sónico en el futuro cercano podría gritar, al llegar desde su auto volador AIR ONE personal… “¡Ultra, estoy en casa!”

Para más información, clic aquí.

Fuente: ISRAEL21c

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