En el Museo de Arte de Haifa se inauguró una nueva muestra titulada “Las mujeres hacen historia” y precisamente ese es el tema central de la exposición.
Se trata de una muestra grupal que plantea e intenta responder a la cuestión de si se ha producido realmente una revolución en los roles de género tradicionales en el espacio político tras la larga lucha feminista.
El grupo presenta diferentes formas utilizadas por las mujeres artistas para crear nuevos espacios de libertad y confrontar los conflictos de poder basados en el género. A la vez que se cuestiona aquí la pregunta de si pueden las mujeres hoy hacer una historia alternativa y en el futuro liderar una verdadera revolución.
La curadora principal del museo Svetlana Reingold, explica que “Las mujeres de buen comportamiento rara vez hacen historia” tal como lo sostuvo la historiadora Laurel Thatcher Ulrich en 1976, y el discurso feminista adoptó con entusiasmo esta declaración.
Desde sus inicios, el feminismo buscó liberarse de los mecanismos sociales vinculantes, mediante prácticas innovadoras destinadas a subvertir una realidad de silencio y cumplimiento y reemplazarla por una de discurso y protesta. Agrega “este grupo creativo que expone en Haifa enfatiza el poder de la solidaridad entre las mujeres para establecer un nuevo orden que pueda elevarse por encima de los límites, los bloques y las barreras.
Indica la necesidad de distinguir entre elementos comunes y diferentes que afectan a las mujeres de diversos países, culturas y sexualidades, y generar una visión cultural que pueda conducir a la creación de un espacio colectivo alternativo”.
Esta discusión está relacionada con la era del “transnacionalismo”, un concepto que surgió en la década de 1990 después de migraciones globales generalizadas, principalmente como resultado de conflictos violentos en los Balcanes y Oriente Medio, así como en otros países.
También en Israel, una tendencia artística contemporánea busca revisar categorías de identidad rígidas, como mujeres orientales, lesbianas, religiosas, palestinas, etc. Muchas de las artistas que participan en este grupo toman la posición de que los grupos silenciados ya no pueden ser ignorados.
La muestra se divide en varios temas y la mayoría expone en colectivo. “La solidaridad como medio de acción”, sobre el muy tocado tema de la solidaridad feminista, “como un valor formativo que proporciona al sujeto político una base segura”.
La solidaridad se basa en la demanda de desmantelar supuestamente la competencia en las relaciones entre mujeres. “Luchando contra su destino” examina las representaciones simbólicas de las mujeres en el contexto de mecanismos de poder opresivos en la era global.
Un enfoque feminista que se basa en una crítica radical y argumenta que la dicotomía hombre / mujer legitima el desempoderamiento sociopolítico. “Este sexo que no es uno”. El movimiento transfeminista aborda los problemas desde una perspectiva transgénica.
“El mundo ardiente” Intentar imaginar un mundo que no se base en las concepciones de género es como pisar el reino de la ciencia ficción. “La diosa madre”, es un hilo conductor que conecta minúsculas figuras de arcilla prehistóricas de hace 8,000 años, encontradas en el sitio Sha’ar HaGolan. Curadora: Michal Shachnai Yakobi
Las muestras individuales son: “Brujeria” de Izabella Volovnik, aborda los conceptos de domesticación y el término “perra” en contexto cultural, pregunta si las mujeres pueden alcanzar puestos clave. “Presidenta” un video de Boryana Rossa y Oleg Mavromati: que reclama el control de su cuerpo y se posiciona como mujer en varios frentes. “Haciendo lo correcto por ti” de Yael Meiry basado en su libro y un archivo de 150 fotos propias.
En “Nunca violencia» Rona Yefman se dedica a cuestiones de género y representación femenina. “Iris Kensmil: la nueva utopía comienza aquí # 2” parte de un proyecto que presentó en la Bienal de Venecia, un espacio importante para definir el lugar del arte en el contexto de las ideas de nacionalidad.