Alice Weidel, colíder y candidata a canciller de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), presentó este jueves a su formación como una organización “conservadora” y “libertaria” en una charla seguida por unos 200.000 usuarios en la red social X con el magnate y dueño de esa aplicación, Elon Musk.
“Somos un partido conservador libertario. Al menos nosotros nos vemos así”, dijo Weidel en su charla con Musk, en la que se quejó de que AfD sea “señalada como extremistas de derechas” y agradeció al empresario ofrecerle “una conversación normal” en la que no era “presentada de forma extremadamente negativa” como suele ocurrir en los medios de comunicación.
A pesar de la definición que Weidel dio de AfD, este partido está considerado como un “caso seguro de extrema derecha” en varios estados federados alemanes por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, nombre que reciben en Alemania los servicios de inteligencia de Interior, extremo que se obvió en la charla con Musk, quien reiteró su apoyo a la formación ultraderechista.
“Recomiendo votar a AfD si se está descontento con la situación”, señaló Musk, acusado por los principales líderes políticos de injerencia por su apoyo explícito al partido de ultradrecha en plena campaña electoral.
“Pienso que Alice Weidel es una persona muy razonable y eso se puede ver en esta conversación”, abundó Musk, que junto a la aspirante a canciller de AfD criticaron las políticas energéticas, migratorias y educativas de los Gobiernos del actual canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, y de su antecesora, la cristianodemócrata Angela Merkel.
Musk enfrentado a los líderes europeos
Musk llegaba a su charla con Weidel de este jueves tras haberse enfrentado a numerosos líderes europeos, como el primer ministro británico, Keir Starmer; el presidente francés, Emmanuel Macron, responsables del Gobierno alemán o de la Comisión Europea, que han acusado de interferir al magnate dueño de X en la campaña electoral germana.
Weidel y Musk, de hecho, aludieron a los, según Weidel, “150 burócratas” que, mientras ellos hablaban, observaron si la charla de este jueves podía atentar contra la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea, una circunstancia que sirvió a ambos para reivindicar la “libertad de expresión”.
Weidel, tras invitarle Musk a hablar de si AfD era de extrema derecha, criticó al nacionalsocialismo y al ‘Führer’ Adolf Hitler, a quien la política ultraderechista calificó de “comunista”.
“Hitler se consideraba un socialista. El Estado fundó compañías, pedía grandes cantidades de impuestos, nacionalizó industrias enteras”, afirmó Weidel, antes de presentar a AfD como “el único partido protector de los judíos en Alemania”. La evidencia histórica señala que Hitler consideraba al comunismo como un enemigo. Además de prohibir el Partido Comunista, persiguió abiertamente a sus partidarios y se enfrentó a la Unión Soviética.
Críticas a Merkel por la inmigración
Tanto Weidel como Musk dieron cuenta en la charla, por momentos marcada por el carácter distendido y las risas de ambos, de su apoyo a Israel en Oriente Medio y de la necesidad de que las poblaciones palestinas sean prósperas además de su deseo de que la guerra en Ucrania termine cuanto antes tras la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el próximo 20 de enero.
“Mucha gente en Alemania está ansiosa por muchas razones. Este conflicto puede aumentar y acabar en un conflicto nuclear”, manifestó Weidel, quien lamentó que, a su entender, los líderes europeos carecen de estrategia para enfrentarse a la amenaza que representa la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania.
La líder de AfD cargó igualmente contra las políticas migratorias de Angela Merkel, a la que acusó de “abrir las fronteras de Alemania con inmigración ilegal” y hasta de ser la “primera canciller ecologista” del país.
Asimismo, Weidel criticó el abandono de la energía nuclear tras el cierre del grifo del gas natural ruso por el inicio de la guerra en Ucrania y la inacción de anteriores Ejecutivos ante una ingente burocracia ahora reconocida como un lastre para la economía y el haber desarrollado un sistema educativo “socialista”.
Agencias contribuyeron con este artículo de Aurora.
Ok, pero para el público ‘lego’, es bueno que al hablar de la historia de Adolf Hitler, se den referencias que se trataba de alguien severamente loco, corrompido, estúpido y demonio. De resto, no quedará muy claro el sentido de los conceptos.
En cuanto al mensaje hacia el público formado, quizás intelectual e internacional, no hay que abundar tanto en los adjetivos anteriores, que son ya reconocidos, pero si evitar que las consecuentes críticas, a quien habla de la historia, se atraviesen a la labor de asesoría presente en marcha, para el gobierno estadounidense.
Eso, solo le da argumentos a muchos de ellos, para quitarle más respaldo al gobierno de Donald John Trump, al iniciar su marcha, a partir del 20 de enero de 2025.
Hitler era de los nazis menos socialistas dentro del partido, como la mayor parte de los nazis del sur o los católicos, todo lo contrario a su amigo o único amigo Ernst Rohm, de los nazis del norte o protestantes, al comienzo de la Alemania nazi de Hitler este líder de la organización nazi SA y conocido homosexual era cercano a una rama del partido nazi casi comunista denominados los strasseristas, si bien Hitler y los suyos se deshicieron pronto de ellos en una de sus purgas internas, la Noche de los Cuchillos Largos. Muchos alemanes nazis eran o recibían importantes apoyos de las clases altas, de la aristocracia y grandes empresarios, que el comunismo no lo querían ver ni en pintura. Las políticas económicas nacionalistas o proteccionistas eran y son muy comunes en las dictaduras fascistas, lo mismo que entre gobiernos democráticos cuando pierden el control del consumo interno de productos importados de algún país como ocurre ahora mismo con China, y esto sobre todo es muy habitual en Estados Unidos.
O por ejemplo, entre los actuales neonazis y fascistas españoles más perturbados tienen por costumbre el permitir entre ellos hacer negocios y ganar dinero, sí, pero con un margen de beneficios máximo según una tabla o según el número que toque en el sorteo de lotería en sus cerebros, como por ejemplo a la hora de vender sus libros o el merchandising de parafernalia nazi, el camarada nazi que se encargue de esa importante tarea debe venderlos a un precio con el que se quede con un pequeño porcentaje de beneficios, el suficientemente pequeño para que estas perlas del Caribe consideren que no les van a llamar judíos, o hace años una de las televisiones españolas sacó al que fue conocido cabecilla de los neonazis ultras del Real Mandril, un tal Ochaita, vendiendo parafernalia y las entradas que le daba el club, se desconoce si se las daban gratis o solo se las reservaban, mientras el cabecilla nazi declaraba orgulloso que no cobraba comisión. Años más tarde, le volvieron a entrevistar recientemente, ya retirado de su anterior puesto, declarándose arrepentido de lo que hubiera podido haber hecho en el pasado, o de lo que pudiera haberse sabido, mientras trabajaba de portero en el estadio Santiago Bernabéu, pero portero de picar tickets, no portero de Buyo o Casillas. Franco y los filonazis falangistas españoles al principio eran así, si no peores aun, es solo que la dictadura fascista española de repente se volvió capitalista tras la incorporación de los denominados ministros “tecnócratas” del Opus Dei, sacando a los fascistas españoles de la miseria en la que los sumieron los sumamente ineptos falangistas con su pretenciosa, o racista, política económica denominada “autarquía”, es decir, como ellos son tan maravillosos, además al modo locuelo sin pensar propio del nihilista, se creían que podían volver a hacer de España la superpotencia mundial que fue durante su querida Edad Media, solo haciendo que los demás fascistas españoles y los esclavos presos republicanos trabajasen, y además descubriendo los muchos tesoros naturales y riquezas que se habían dejado olvidados sin explotar los tontos y malvados judeomasones españoles. El Opus Dei sustituyó a estos ineptos falangistas, llegaron justo cuando Franco firmó los acuerdos militares con Estados Unidos en 1953 que sacaron al régimen del aislamiento internacional, a cambio de varias bases militares en territorio español y de convertirse en un perro fiel de Estados Unidos contra los comunistas soviéticos. Al final fue el capitalismo que tanto odiaban lo que les salvó, y también salvó de la miseria a los fascistas españoles de las clases medias y bajas, salvados por la campana, y de paso Franco y los fascistas también se salvaron, y eso que poco antes en España algunos al parecer trabajaron un poco porque se veían inventos copiados o ya olvidados en el resto del mundo como los coches a baterías de plomo para poder mover alguna mercancía sin necesidad del preciado petróleo, debido al bloqueo internacional contra la dictadura de España por haber sido tan fascistas y nazis.
En realidad los nazis más comunistas o stratseristas no eran tanto los protestantes del norte, ni estaban contra los nazis más católicos del sur. Sí que durante la época de Bismarck hubo un conflicto en la Prusia protestante contra la Iglesia Católica por inmiscuirse en la educación y política. Incluso los hermanos Strasse tenían una concepción del alemán ideal como un campesino, de igual a igual con el obrero, muy similar al de Bismarck, ideal en el que ninguno de ellos daba cabida a los judíos. Bismarck al principio gobernó con los liberales, también de economía más liberal, y se enfrentó a los católicos, para luego hacerse más conservador o tradicionalista, aliándose con los católicos.
Actualmente en España comenzó un resurgir de los fascistas o del ultraderechista partido Vox a partir de la región sureste española, donde está el denominado mar de plástico, que ostenta el dudoso honor de ser la única construcción humana visible a simple vista desde el espacio, donde los agricultores minifundistas siempre han votado a los partidos de la derecha o ahora a la ultraderechista de Vox, son una continuación de la tradición fascista de los pequeños agricultores dueños de tierras, si bien los de la provincia de Almería son de reciente creación, tiene su origen en los 1970’s en uno de los planes de los fascistas para dar trabajo a los agricultores que siempre acababan en estruendosos fracasos o en el enriquecimiento de los fascistas corruptos, pero en este caso luego el gran terrateniente de la zona vendió sus tierras desérticas sin ningún valor a los numerosos inmigrantes españoles que llegaron por la fama de hacerse ricos, eran pequeñas parcelas de máximo 1 hectárea para la construcción de invernaderos de tomates. Nada que ver con la inmensa mayoría que formaban los jornaleros sin tierra que trabajaban para los señoritos y grandes terratenientes aristócratas, estos jornaleros eran los españoles más pobres y analfabetos, todos comunistas o anarquistas durante la Guerra Civil. Y aun sigue habiendo grandes terratenientes sobre todo en el suroeste de España, son grandes aristócratas españoles, siendo un anacronismo que en Europa se da únicamente en España, tras siglos y siglos sin que nadie pueda ni nombrarlos.
El origen de la ideología fascista española más cercana a lo rural estaría en uno de los 3 fundadores del partido filonazi Falange, Onésimo Redondo, un adepto jesuita laico y próximo al líder jesuita, el Cardenal Herrera Oria. Onésimo Redondo fue uno de los falangistas más antisemitas, si no el que más, este contra los judíos y no tanto contra los masones como era la moda en la España de la época, llegó a traducir al español el libelo antisemita «Los protocolos de los sabios de Sión».
En cualquier caso, con o sin fascismo rural, España también es el país europeo con la mayor despoblación de las áreas rurales, todos los españoles quieren vivir en las ciudades, cuanto más grandes mejor, mientras los pueblos pequeños desaparecen o están en peligro de desaparecer, sin que ningún español se vaya a vivir a ellos ni con la vivienda regalada.
Al margen de todo lo anterior, el catolicismo, o al menos el algo particular catolicismo fascista español, prácticamente equipara a los protestantes con los judíos por la aceptación del capitalismo. La ética protestante y el espíritu del capitalismo de Max Weber es un libro de 1904 y 1905 que influyó en un gran número de personas para que se dedicaran al trabajo en el mundo secular desarrollando empresas y participando en el comercio y la acumulación de riqueza para la inversión. En otras palabras, la Ética protestante del trabajo fue una fuerza importante detrás del surgimiento no planificado y descoordinado del capitalismo moderno, es decir, es el libro con el que el cristianismo protestante encontraba su justificación para ganar los dineros, aunque también es un libro fundamental para los fascistas y ultracatólicos españoles, ya que relaciona el malvado capitalismo con todas las sectas cristianas protestantes, no solo con el luteranismo alemán, como por ejemplo con las sectas cristianas evangélicas de Estados Unidos del malvado capitalismo americano. Así ellos, los fascistas españoles, más los filonazis falangistas que basan su particular ideología fascista en el pasado católico español, más los empresarios y clases altas españolas, serían «los buenos» de todas sus fantasiosas películas.
Naturalmente, actualmente todo esto es un tanto absurdo en un país como España que pertenece al bando civilizado de los países democráticos, a la Unión Europea y a la OTAN, con todas esas cosas propias del capitalismo, como la libre competencia, ley de la oferta y la demanda, derecho a la propiedad privada, igualdades a la hora de oportunidades individuales para ganar dinero legalmente, etc. Ahora mismo cualquiera que visite cualquier ciudad de España, o al menos mientras no salga de las calles para las clases altas y medias españolas, apenas notará diferencias con cualquier otro país europeo, ni tampoco notará grandes diferencias con las ciudades americanas, incluso las ciudades provincianas apenas se distinguen de las grandes capitales, Madrid y Barcelona, todas cuentan con todas las grandes cadenas de supermercados, de comida rápida y con las tiendas de las multinacionales más conocidas.
Para despistar aun más, los empresarios españoles y clases altas españolas son todos de ideologías derechistas de las más ultraliberales que se puedan encontrar, puede que sean incluso peores que los peores empresarios o magnates más ultracapitalistas americanos. Sin embargo, en España no se dan las mismas condiciones u oportunidades de prosperar económicamente que en Estados Unidos, no hay que olvidar que España es el país occidental con las mayores diferencias sociales entre las diferentes castas o clases sociales españolas, en España los ricos son siempre mucho más ricos y los pobres son muchos más y más pobres que lo que reflejen las estadísticas oficiales, estadísticas que en números macroeconómicos o simplificadas les sirven a los políticos europeos, sin embargo España cuenta con hándicaps que no se dan tanto en Estados Unidos como el clasismo, lo sumamente corruptos que son estos españoles o las redes clientelares. Naturalmente, en las frecuentes crisis económicas siempre se las apañan para convencer a gran parte de los españoles echando la culpa a la izquierda, lo mismo ocurrió con las graves consecuencias de sus políticas económicas como fueron los asesinatos en masa selectivos de enfermos y ancianos con coronavirus dejados a su suerte, ya que la sanidad pública y las residencias de ancianos públicas padecieron fuertes procesos de privatizaciones y de recortes de los presupuestos por los gobiernos de la derechona de Aznar, estos políticos de la derechona española fueron conocidos por los «neocon españoles» o copias de los gobiernos americanos con las políticas económicas más ultraliberales, aunque ya desde años antes muchos españoles contrataban planes de pensiones y seguros médicos privados para cuidarse en salud o ya estaban «viendo el percal».