El diario de Emma Mordecai, una judía confederada que vivió durante la Guerra Civil de los Estados Unidos, ofrece una mirada compleja y contradictoria de su vida en tiempos de conflicto.
En particular, su registro del Pésaj de 1864, celebrado en plena guerra, ilumina cómo una mujer que apoyaba la esclavitud y la Confederación también formaba parte de una minoría religiosa en un contexto de extrema polarización.
Emma Mordecai, nacida en una familia judía asentada en el sur de los Estados Unidos, vivió la guerra desde una perspectiva única. A pesar de pertenecer a una población judía que representaba menos del 1% de la población confederada, Mordecai presenció las festividades judías y fue testigo de las divisiones sociales y políticas que marcaron ese periodo.
Gracias al trabajo de las académicas Dianne Ashton y Melissa R. Klapper, su diario ha sido publicado por primera vez, brindando una valiosa perspectiva sobre la vida de una mujer judía en el sur durante la guerra. A lo largo de su diario, Mordecai describe su vida en la granja Rosewood, donde vivía junto a su cuñada y sus sobrinos, muchos de los cuales luchaban en el ejército confederado.
A pesar de su religión, que la llevaba a participar en festividades judías y escribir libros para la escuela dominical en sinagogas, Emma también era una esclavista. En Rosewood vivían personas esclavizadas, algunas de las cuales estaban involucradas en las labores cotidianas de la finca.
La propia Emma participaba en actividades como la recogida de fresas junto a las niñas esclavizadas. Esto muestra cómo la violencia y las contradicciones de la esclavitud eran una parte fundamental de su vida cotidiana.