Los policías que neutralizaron al terrorista del atentado de índole yihadista cometido en la ciudad meridional francesa de Niza evitaron una cifra de víctimas «aún más dramática», anunció el fiscal nacional antiterrorista, Jean-François Ricard.
El autor del atentado en Niza es un tunecino de 21 años que llegó a la isla italiana de Lampedusa el 20 de septiembre pasado, explicó el fiscal en una declaración a la prensa.
El terrorista desembarcó en Bari (sur de Italia) el 9 de octubre, según indica un documento de la Cruz Roja italiana, y la investigación se centra ahora en averiguar su recorrido hasta Niza y sus «eventuales complicidades».
El autor no estaba fichado por la policía francesa ni era conocido por los servicios antiterroristas.
El fiscal indicó que se ha abierto una investigación por varios cargos relacionados con el terrorismo, entre ellos tres asesinatos, y que el autor está gravemente herido y hospitalizado.
Ricard explicó que el autor entró a primera hora de la mañana en la estación ferroviaria de Niza (ciudad del sureste de Francia muy cerca de Italia) y procedió a cambiar su indumentaria.
A continuación, se dirigió a la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, a unos 400 metros de la estación. Llegó al templo a las 08.29, y cerca de media hora después una mujer huyó gravemente herida, lo que desencadenó la alarma.
Un equipo de cuatro policías municipales llegó al templo y el atacante se dirigió hacia ellos de forma amenazadora con un cuchillo y gritando en árabe «Alá es grande», por lo que los agentes le dispararon con sus armas.
«Los funcionarios evitaron, sin ninguna duda, un balance aún más dramático», afirmó Ricard, en referencia a que otros fieles podrían haber entrado en el templo y haber sido atacados.
Los agentes encontraron dos cadáveres: una feligresa de 60 años prácticamente decapitada y un hombre de 55 años, el sacristán de la iglesia, también con un «corte importante en la garganta».
La mujer que huyó, de 44 años, murió en las cercanías de la iglesia «a causa de múltiples heridas de arma blanca», explicó el fiscal.
Varios medios franceses señalaron que esta última víctima pidió a las personas que intentaban atenderle que dijeran a sus hijos que les quería.
El autor del atentado llevaba encima un cuchillo con una hoja de 17 centímetros, un corán y dos teléfonos. Los agentes encontraron en una bolsa otros dos cuchillos no utilizados en el ataque y varios efectos personales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, viajó inmediatamente al lugar del atentado, que calificó de «ataque terrorista islamista», y anunció un aumento del dispositivo militar ya desplegado para aumentar la protección del país, que pasará de 3.000 a 7.000 soldados. EFE