“El rey saudita intervino en la reapertura del Monte del Templo”

El rey Salman bin Abdulaziz al Saud y el presidente Donald Trump Foto: Casa Blanca Shealah Craighead

El rey saudita, Salman bin Abdulaziz al Saud, intervino personalmente para poner fin al cierre del Monte del Templo, tras el ataque terrorista en el lugar, señala el portal de noticias saudita Elaph, editado en Londres.

Las autoridades israelíes cerraron el recinto del Monte del Templo, por primera vez en décadas, tras el ataque en el que fueron asesinados dos policías israelíes. El sitio fue reabierto dos días más tarde a los musulmanes y al tercer día a los no musulmanes (judíos, cristianos y otros).

Según el reporte, el rey Salman envió un mensaje a Jerusalén vía la Casa Blanca, instando a Israel a reabrir el sitio a los musulmanes lo antes posible.

Rey Salman bin Abdul Aziz Foto: Departamento de Estado de EE.UU.
Rey Salman bin Abdul Aziz Foto: Departamento de Estado de EE.UU.

A cambio, el primer ministro, Biniamín Netanyahu, le envió garantías de que no tiene intenciones de alterar el status quo de cincuenta años en el sitio, según el cual los no musulmanes (por ejemplo los judíos) pueden visitar pero no rezar en el lugar.

Según el reporte, Netanyahu invitó a funcionarios sauditas a visitar el sitio sagrado para que observen ellos mismos la situación en el terreno, pero no recibió una respuesta.

La Oficina del Primer Ministro no comentó el reporte.

Los judíos reverencian el sitio, donde se alzaban el Primer y Segundo Templo, en los tiempos bíblicos. Se trata del lugar más sagrado para el judaísmo y a sus pies se eleva el Muro Occidental (conocido en el mundo gentil como el Muro de los Lamentos), que por su cercanía con el Monte del Templo es el sitio más sagrado en el que los judíos pueden orar.

Los musulmanes instalaron allí, siglos más tarde, la mezquita de Al Aqsa y el Domo de la Roca. La mezquita de Al Aqsa es el tercer sitio más sagrado para el islam, después de Meca y Medina, en Arabia Saudita.

A pesar de la reapertura del sitio a los feligreses musulmanes, muchos de ellos se niegan a entrar debido a las nuevas medidas de seguridad impuestas por Israel.

Tras el ataque, la policía instaló detectores de metal en el acceso del sitio. Un video de las cámaras de vigilancia muestra a los terroristas saliendo armados con metralletas del Monte del Templo para atacar a los policías, que estaban unos metros adelante, custodiando la entrada al lugar.

La colocación de detectores de metal ha sido ampliamente condenada por la Waqf (la entidad islámica jordana encargada de la custodia religiosa del lugar), la dirigencia palestina, el movimiento Fatah y el grupo terrorista islámico Hamás, que controla Gaza.

Los funcionarios de la Waqf han instado a los feligreses musulmanes a no ingresar al recinto del Monte del Templo a través de los detectores de metal y en cambio rezar en las calles.

El “alto funcionario”, cuya nacionalidad no fue aclarada y es citado como fuente del reporte saudita, defendió la instalación de detectores de metal a la entrada del Monte del Templo, indicando que se ha convertido en un elemento común en los sitios sagrados debido al terrorismo, que ataca “sin discriminación”.

La fuente añadió que los jordanos también estuvieron involucrados en los contactos entre los sauditas y los israelíes.

Según el reporte, Netanyahu expresó su enojo al rey Abdullah II de Jordania por el comentario hecho por el portavoz del Parlamento jordano, Atef Tarawneh, que elogió a los terroristas y emitió una plegaria por ellos durante una sesión parlamentaria.

Mientras tanto, en los barrios de Jerusalén este se desataron disturbios en protesta contra las nuevas medidas de seguridad en el Monte del Templo, arrojando piedras, petardos y bombas Molotov contra la policía. Al menos cincuenta palestinos y un oficial resultaron heridos.

El movimiento Fatah, encabezado por el presidente palestino, Mahmud Abbás, declaró un “Día de Ira” en protesta por las nuevas medidas.

En el barrio de Silwan, en Jerusalén este, no lejos de la Ciudad Vieja, los manifestantes arrojaron piedras, petardos y cocteles Molotov a la policía.

Un agente resultó herido levemente en una pierna por un cascote. Un automóvil policial fue dañado. También se arrestó a un sospechoso que portaba un cuchillo.

Al mismo tiempo, se registraron disturbios en los vecindarios árabes de Issawiya, Wadi Goz y Sur Baher, en Jerusalén este, donde fueron detenidos seis sospechosos.

También se registraron choques en la Puerta de los Leones, el lugar donde los policías fueron asesinados.

El servicio de emergencias Media Luna Roja palestina reportó que un total de cincuenta personas resultaron heridas en los últimos disturbios, quince de ellas fueron trasladadas al Hospital Makassed y 35 atendidas por los paramédicos. Dieciséis heridos de balas de goma, nueve por bombas de estruendo y 25 por lesiones, en las escaramuzas con la policía.

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