Tras muchos meses de especulaciones y comentarios en redes sociales, el ex primer ministro israelí Ehud Barak (77 años) formalizó ayer en una rueda de prensa en Tel Aviv su retorno a la primera línea política. Si bien en los anteriores comicios generales de abril se rumoreó sobre la opción de que se uniera a otro partido, finalmente Barak opta por constituir su propia plataforma política, que todavía carece de nombre.
Lo indiscutible es que la vuelta del que fuera el último líder del laborismo israelí en alcanzar el poder polarizará más si cabe la oferta electoral en el espectro del centroizquierda, donde competirá por el voto con “la lista de los generales” Kajol Lavan encabezada por Benny Gantz, un Avodá de capa caída –que tras la renuncia de su líder Avi Gabbay decidirá en unas nuevas primarias a su número 1 para las elecciones de setiembre- y el izquierdista Meretz.
En su comparecencia de prensa, Barak afirmó que su principal motivo de retornar a la primera línea es terminar con la carrera política de Benjamín Netanyahu: “no es tiempo de temores, de pasividad, de habladurías, de mantenerse al lado. Al gobierno de Netanyahu, con sus radicales, racistas, corruptos y mesiánicos, hay que tumbarlo, no salvarlo”, dijo en tono agresivo.
El retorno al ruedo político de Barak captó la atención mediática, y fueron muchos los representantes a izquierda y derecha del espectro político que comentaron su regreso. La ex ministra de justicia, Ayelet Shaked, metió el dedo en la herida y le recordó su etapa más convulsa en su corta estadía en la residencia oficial de la calle Balfour (1999-2001): “se cree que el público israelí se olvidó de su mandato, y la sangre vertida durante la Segunda Intifada y los altercados de octubre”, comentó, refiriéndose a los incidentes en el norte del país en el año 2000, cuando 13 árabes israelíes murieron por disparos de la policía.
Desde la izquierda, la joven parlamentaria laborista Stav Shaffir –que anunció que presentará candidatura para liderar su partido-, alabó el retorno de Barak, aunque sea fundando una nueva formación que podría diezmar más aún la escasa representación obtenida por su partido en abril (6 escaños).
Para Shaffir, representa el “espíritu combativo” existente en la izquierda. “Doy la bienvenida a su vuelta, así como a la entrada de Yair Golan (ex general) a la política. Son excelentes líderes con quienes estoy en contacto”, dijo Shaffir, y añadió que en caso de ser elegida al frente de Avodá, buscaría alianzas electorales. En la misma línea se pronunció su colega Itzik Shmuli, que también competirá por el liderazgo de Avodá.
Desde la derecha, el ministro de economía Eli Cohen –del partido Kulanu-, cargó contra Barak: “es el primer ministro más fallido de la historia del país, y ahora pretende enseñarnos cómo manejarlo. Es el colmo de la absurdidad”.
Poco después del anuncio de retorno, una encuesta televisiva situó a Barak con 6 escaños de cara a las próximas elecciones. El que fuera el jefe de las fuerzas armadas más duradero de la historia del estado judío, fue quien logró ganar a Netanyahu en 1999 y terminar con su primer mandato de tres años.
Tan solo duró en el cargo de primer ministro dos años, hasta que en 2001 Ariel Sharon lo derrotó, en un periodo crítico en el país por la oleada de ataques terroristas tras el estallido de la Segunda Intifada. Decidió dejar la política, hasta que en 2005 regresó para liderar nuevamente Avodá. De 2007 a 2013 ejerció como ministro de defensa, incluidos cuatro años bajo gobierno de Netanyahu, a quien ahora pretende derrotar políticamente.
Según reportes del canal 12, Barak y Gantz mantuvieron contactos para valorar la posibilidad de adherirse a la “lista de los generales”, pero finalmente Gantz declinó la opción. En su comparecencia de ayer, Barak dijo que Kajol Lavan carece de la “pasión” necesaria para ganar, y que sus líderes no están poniendo todos los esfuerzos para derribar a Netanyahu. Varios analistas coinciden en que el regreso de Barak podría suponer un viraje a la derecha de Kajol Lavan en busca de nuevos potenciales votantes.
El retorno de Barak trae consigo la entrada del ex general Yair Golán, quien en el pasado despertó una tormenta en el país, cuando durante un discurso en el Día del recuerdo del Holocausto de 2017, afirmó con su uniforme militar que la sociedad israelí estaba experimentando síntomas parecidos a los de la Alemania de los años 30. Golán, que aclaró que ingresa a la política para ejercer a largo recorrido, se posiciona a favor de la separación con los palestinos: “la cuestión esencial de Israel es si vamos a anexionarlos o separarlos. Nosotros estamos indudablemente a favor de la separación”.