El presidente de la Knéset (Parlamento), Yuli Edelstein, pidió a medio centenar de países que que reconozcan Jerusalén como capital de Israel, tal y como hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«Avalen el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel por parte de vuestro país y de la comunidad internacional», instó el portavoz en una carta.
Según el representante del Parlamento, la declaración de Jerusalén como capital supone una oportunidad para que la comunidad internacional empiece un nuevo capítulo «en la forma en que se relaciona con esta ciudad».
«Durante 3.000 años, Jerusalén ha sido la capital política y el centro espiritual del pueblo judío», destaca Edelstein en su misiva dirigida a diferentes países.
«Jerusalén es la única capital del Estado de Israel desde que consiguió la independencia hace casi 70 años (…) Es la sede del Gobierno, el hogar de la mayoría de instituciones nacionales y el centro de la actividad diplomática de Israel», una realidad «que la comunidad internacional ha escogido ignorar», criticó.
La comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí sobre Jerusalén oriental, que los palestinos reclaman como capital de su futuro estado. Israel liberó en la Guerra de los Seis Días en 1967 la parte oriental de la ciudad, que estaba ocupada por Jordania, y la anexó en 1980. Aurora y EFE