El presidente de la foto (o viceversa)

Isaac Herzog estará en Turquía próximamente. Foto: Creative Commons

Tiene mucho prestigio y que puede influir en muchas facetas del país. Shimon Peres fue presidente y, para citar un caso, en una oportunidad la presidencia fue ofrecida a Albert Einstein, quien declinó.

En el tenso y agresivo panorama político de Israel, la elección del presidente constituyó un alivio para todos. El partido mayoritario, el Likud, no presentó candidato para sorpresa de muchos. El cargo se dirimió entre Isaac Herzog y Miriam Peretz. Ambos fueron muy comedidos y elegantes, en campañas personales para convencer a los 120 parlamentarios que votaron sin desagradables descalificaciones. El seleccionado, Herzog, es el hijo de un anterior presidente, Haim Herzog quien ejerció desde 1983 a 1993.

Isaac Herzog, a quien se le conoce como “Bougie”, tiene amplias credenciales.  Además de ser hijo de un anterior presidente, es nieto de quien fuera Rabino Principal de Israel Yitzhak HaLevi Herzog y sobrino político del legendario canciller de Israel Abba Eban. Mucho abolengo. También casi llegó a primer ministro hace unos años, en las elecciones del 2015 y fue el líder de la oposición por varios años. Viene de ser el presidente de la Agencia Judía.

Para el aún joven y moderno Estado de Israel, el evento de elegir un presiente de forma tan elegante es novedoso. Tener un Herzog II también llama la atención, aunque se caiga un poco en cierto clasismo que a estas alturas parece no molestar tanto como hace unos años. Resulta muy llamativo que se elija justo en el momento cuando ocurre una tormenta para la conformación del gobierno y su primer ministro.

Hay pequeños detalles de la presidencia y los presidentes que nos dejan un aire de optimismo. El segundo presidente de Israel, luego del venerable Jaim Weizman, fue Itzjak Ben Zvi.  Es una anécdota conocida que luego de tomar posesión del cargo, llegó a la residencia oficial por primera vez y entrando se tropezó con un joven soldado apostado en la puerta y con un fusil en la mano. Siendo una noche fría, le preguntó que hacía allí y el joven le informó que era su guardia de honor designado para protegerlo. Ben Zvi, el presidente, lo invitó a pasar adentro, pero el joven se negó porque estaba en funciones. Al rato, Ben Zvi salió y le dijo al soldado que entrase. No, no puedo entrar, órdenes son órdenes le dijo. Minutos después, Ben Zvi salió con una taza de té caliente y le dijo al soldado: Toma esta taza, pasa adentro, tómate el té y déjame el fusil. Yo hago guardia mientras…

El martes 1 de junio de 2021, Isaac Herzog fue a la Universidad de Tel Aviv al acto de graduación de uno de sus hijos. Unas horas después, sería nombrado presidente. En el acto muchas personas y familias se acercaron y le pidieron tomarse fotos con él, cosa que hizo de buen grado. Lo curioso es que una familia, luego de tomarse la foto, le extendió su teléfono y le pidió al presidente que fungiera de fotógrafo del grupo familiar… cosa que también hizo de buen grado.

En el fragor de las contiendas electorales, en la tensión propia de la comprometida situación de seguridad y defensa del país, estos gestos y episodios nos dejan saber una vez más el carácter muy especial del Estado y el Pueblo Judío. Una gran familia, que se preocupan los unos por los otros, con mucha sencillez y cariño… y algo de confianza excesiva. Nada que ver con la imagen sesgada, manipulada y tendenciosa que algunos medios transmiten con fines inconfesables.

Por los momentos, suerte al presidente de la foto, mientras se le toma la foto de presidente.

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