Una nueva campaña de Amnistía Internacional, “Destino: Ocupación” insta a boicotear el turismo en los asentamientos de Cisjordania.
En su campaña señala a las compañías de viaje y reserva de hospedajes en línea, especialmente a los gigantes del turismo digital Airbnb, Booking.com, Expedia y principalmente TripAdvisor, en lo que denomina las políticas que violan los derechos humanos de los palestinos.
La campaña del Movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) de Amnistía Internacional indica que “al hacer negocios en los asentamientos, las cuatro empresas contribuyen y se benefician del mantenimiento, desarrollo y expansión de los asentamientos ilegales”.
Amnistía Internacional indicó en su informe que “el gobierno de Israel usa el crecimiento de la industria del turismo en los asentamientos del país, como una forma de legitimizar su existencia y expansión y las compañías de oferta de alquileres para vacaciones online juegan un rol importante con esta agenda.
“Llegó la hora de que estas compañías defiendan los derechos humanos retirando sus listados de los asentamientos ilegales en las tierras ocupadas. Los crímenes de guerra no son una atracción turística”, escribieron.
Amnistía incluyó a Airbnb en su lista de las cuatro compañías seleccionadas en su campaña, a pesar de que la empresa anunciara en noviembre del 2018, una medida de no incluir el ofrecimiento de apartamentos para rentar en los asentamientos de Cisjordania.
Del mismo modo, declaró que TripAdvisor es el enfoque principal de esta campaña debido a la importancia relativa de la compañía para la industria del turismo en los asentamientos israelíes.
“Al promocionar las características naturales del lugar y todo tipo de actividades y atracciones realizadas en terrenos naturales, las compañías aumentan el atractivo de sus listas y se benefician de la explotación ilegal de los recursos naturales palestinos”, añaden.
Además del informe, la campaña muestra en un video clip, a un locutor palestino que narra al estilo de una parodia irónica mostrando escenas de hermosas escenografías del Mar Muerto, de Jerusalén, extraordinarias reservas naturales y de lugares sagrados en contraposición con enfrentamientos entre palestinos y las Fuerzas de Defensa de Israel.
«Soñó alguna vez con unas vacaciones en Israel”, comienza el video, y con mordaz sonrisa dice “cuando digo Israel, realmente quiero decir asentamientos ocupados ilegalmente en Cisjordania”.
En un momento del vídeo el narrador dice “aprenda cómo luchar con los soldados del ejército israelí en asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada”, exponiendo una escena de un enfrentamiento entre palestinos y policías de frontera de Israel, y que cuando comienza la escena parecería, en realidad, que son los palestinos los que atacan a los policías y no al revés.
Los funcionarios israelíes condenaron rápidamente el informe. El ministro de Seguridad Interna y Asuntos Estratégicos, Gilad Erdan, le ordenó a su ministerio que “examine la posibilidad de prohibir la entrada y permanencia de Amnistía Internacional en Israel”.
Erdan señala “la hipocresía de Amnistía que habla en nombre de los derechos humanos, y realmente promueve los boicots contra los ciudadanos israelíes como parte de la campaña de deslegitimación y antisemitismo del BDS. El informe sobre Israel es un intento escandaloso de distorsionar los hechos, negar la herencia judía y deslegitimar a Israel”, agregó Erdan.
El ministro de Protección Ambiental, Zeev Elkin, lamentó que Amnistía haya elegido una “plantilla antisemita clásica”. “Amnistía decidió negar la verdad histórica y actuar en contra de los sitios de herencia judía”, dijo Elkin a Hadashot TV.
“Ninguna fuerza en el mundo cambiará la simple verdad histórica, la tierra de Israel pertenece al pueblo judío. Combatiremos esta despreciable decisión antidemocrática hasta las últimas consecuencias” manifestó el ministro de Turismo, Yariv Levin.
Durante la Guerra de los Seis Días en 1967, Cisjordania, pasó a pertenecer a Israel. Hoy en día más de 400.000 israelíes viven allí. Gran parte de la comunidad internacional considera que los asentamientos son ilegales y que forman parte del impedimento para la creación del Estado palestino. Israel en cambio cree que los territorios son utilizados para continuar la disputa y dice que este tema se resolverá únicamente en la mesa de negociaciones con los palestinos. Los palestinos reclaman Jerusalén Este como parte de la capital del futuro Estado.