El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, canceló un viaje planeado a Israel y a la región. Lavrov tenía programado reunirse con el primer ministro Naftalí Bennett, su par Yair Lapid y el presidente Isaac Herzog.
También, el diplomático ruso tenía intenciones de mantener reuniones con funcionarios palestinos, argelinos y marroquíes. También se esperaba que asistiera al Foro de Cooperación Ruso-Árabe en Marrakesh, Marruecos.
La suspensión del viaje se da en el marco de las charlas nucleares en Viena, de las que Rusia es una parte importante. El tema hoy es central en las relaciones exteriores israelíes y seguramente hubiera sido tema de conversación.
Por otro lado, Rusia también se encuentra inmersa en tensiones por la situación en Ucrania.
La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que había advertido al presidente ruso, Vladimir Putin, que Moscú enfrentará graves problemas económicos si intenta atacar a Ucrania. Biden también prometió «conversaciones prospectivas» para abordar las preocupaciones de Rusia sobre la expansión de la OTAN.
La visita de Lavrov hubiera sido recíproca a la que tuvo Bennett hace pocas semanas. El primer ministro se juntó con Putin, en una charla que duró cinco horas y abordaron diversos temas claves en la relación bilateral.