El laborismo israelí se dispone a destituir a su líder, tras el naufragio electoral

11 abril, 2019 , ,
Avi Gabbay Foto: REUTERS Amir Cohen

A raíz del debacle en los comicios, los activistas del Partido Laborista  se debaten entre exigir la renuncia de su presidente Avi Gabbay y promover la unión con el partido Meretz, ubicado algo más a la izquierda del espectro político.

El glorioso Partido Laborista que dirigió durante los primeros treinta años los destinos país, obtuvo apenas seis escaños miserables, con el 4,46 % de los votos, el peor resultado en sus 71 años de historia.

El diputado Eitan Cabel, que fue apartado al fondo de la lista de candidatos por criticar a Gabbay y no entrará a la vigesimoprimera Knéset (Parlamento) manifestó que “Gabbay tiene que dejar inmediatamente las llaves y debemos elegir un presidente interino, porque esta situación no puede continuar”.

La única legisladora que logró ingresar al próximo parlamento y estuvo dispuesta hablar, la diputada Shelly Yachimovich, expresó al diario Yediot Aharonot: “Me desperté esta mañana después de muy pocas horas de sueño y estaba segura que estaba en una pesadilla. A pesar que estaba preparada y me lo veía venir, la realidad los superó. Esta es una dura derrota, un colapso”.

Fuentes partidarias le dijeron al rotativo que “Gabbay tiene que irse y sería mejor si lo hace por su propia voluntad”.  Otro funcionario opinó que “Es solo una cuestión de tiempo para que se convoque a una reunión de emergencia del Comité Central del Laborismo para echar a Gabbay y fijar una nueva fecha para las primarias”.

Se rumorea que Yachimovich, y los diputados Amir Peretz e Itzik Shmuli, del propio campo de Gabbay, están planeando actuar en las próximas semanas contra el líder del partido.

Sin embargo, Gabbay se resiste a renunciar a la Knéset o a la presidencia del partido y en conversaciones con sus asociados ha culpado al partido Azul y Blanco, del ex jefe del Estado Mayor, Bennny Gantz, de haberle robado una importante porción de votantes tradicionales del laborismo.

En las elecciones de 2015, en alianza con el minúsculo partido Hatnuá de Tzipi Livni, el laborismo había logrado 19 escaños, convirtiéndose en el segundo partido de la Knéset.

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