jue. Mar 27th, 2025

El jinete y el caballo.

12 de febrero de 2025 ,

Entonces Moshé y los hijos de Israel cantaron este canto diciendo así: “Cantaré
al Eterno, porque es muy excelso; al caballo y a su jinete lanzó al mar”.
Libro del Éxodo 15-1 
(Parashat Beshalaj)

¿Qué culpa tiene el caballo?

La Torá es enseñanza, se puede entender en el sentido literal, o también tallar en explicaciones mucho mas profundas.

Igualmente, un animal no es una persona, de tal forma que el animal debe ser dirigido o direccionado por todo ser humano. Y por este camino se conduce.

El instigador, el ejecutor y el cómplice.

Amén de la víctima, en todo crimen hay un instigador, que planea y traza directivas y conductas. Y por otro lado se encuentra el ejecutor o el matón que efectiviza y concreta el hecho.

Y todo cómplice o facilitador, sea que conozca o no, o que intuya que hay algo malo en lo que esta haciendo.

También existe lo que denominamos un informante o un delator.

Todos viajan en el mismo barco.

Todos participan en diversos grados del delito, y todos se hunden o se hundirán y recibirán un castigo proporcional a su participación en el hecho juzgado.

Cada uno forma parte de un eslabón de esa cadena maléfica y teñida de sangre, que no mide sufrimiento alguno ni consecuencia o castigo para ese team o equipo del mal.

No solo los egipcios.

En nuestra comunidad criolla, vemos asociaciones nefastas, ilícitas de judíos con no-judíos para poder delinquir. Destruir instituciones, colegios, familias, y personas. Y la miserable tarea de separar padres de sus hijos a toda costa y en un “vale todo”. Por dinero, y obvio predispuestos con una tendencia destructiva y de inclemencia que nada tiene que envidiar a los asesinos del Hamás.

Autodepuración.

Siempre hay malezas y espinas en cualquier campo de rosas. También manzanas podridas.

Una manzana podrida en un cajón, termina pudriendo a las demás.

El problema aquí es más serio y delicado, ya que como lo saben los gentiles, y en particular policía federal (tomado como un ejemplo) abogados, jueces, ministros y hasta el propio Presidente, el problema es interno o endógeno. Complejo y con muchas aristas y dificultades para poder ser abordado.

Oscila entre lavar el cuerpo y el alma de la comunidad, o denunciar públicamente y aventar mucho antisemitismo.

Un dilema que como tal no tiene solución sin una gran dosis de dolor acompañante. Y seguramente de mucho riesgo en particular legal y físico

El caballo y su jinete II.

No cabe duda, que debemos alejarnos de gente que obra con maldad. Ya que involuntariamente podríamos convertirnos en ese caballo que necesita ese jinete furioso para poder cabalgar.

Saber corrernos de vereda. Alejarnos de los entregadores y destructores comunitarios es la consigna.

Intentar establecer verdaderos tribunales de justicia y ética en la comunidad, integrados por rabinos de alta calidad moral.[ No solo basados en su capacidad de oratoria y de versearnos con palabras huecas que nunca o casi nunca se ven acompañados o plasmados en los hechos o en concreto. Disertantes de trajes planchados y de estómagos super-llenos y veraneantes en lugares paradisíacos o placenteros.] Tal como era la conducta de muchos rabinos en nuestro glorioso pasado que se jugaban de cuerpo entero por todo hebreo y en todo momento y lugar.

El jinete y el caballo, son un espejo donde todos nosotros debemos mirarnos. Para tomar distancia de esos modelos sanguinarios que nada tienen que ver con el modelo de “aquel id o judío buscado”.

Ya que eso, no es judaísmo ni kehilá o comunidad, será otra cosa a la cual yo no puedo definir, pero no es la conducta de nuestros Patriarcas, ni de nuestros jueces, Profetas, ni de nuestros Rabinos y buenos maestros del pasado.

Cuando hayamos emprendido esta magna tarea, y solo entonces “Moshé cantará” como dice la letra y a futuro.

Entonces y solo entonces, habremos cruzado el mar que separa la materialidad de la espiritualidad, y de la función y del trabajo por el cual hemos sido llamados a ser eso que decimos que somos. Pueblo elegido entre las naciones, y creyentes hijos de creyentes.

¡Shavúa Tov!

Dr. Natalio Daitch

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