El Hospital Hadassah de Jerusalén montó un operativo de emergencia desde el 6 de marzo en Medyka. Allí, cerca de la frontera polaco-ucraniana, el fin es brindar atención médica a refugiados y asesorar a los hospitales de la zona.
En compañía con la Cruz Roja local y la OMS, este equipo de expertos ya está en campaña y en el lugar de los hechos. Esta vez, llegaron para asistir en una guerra que aún no cesa.
Su gran tarea se basa en el deterioro en el que arriban los refugiados luego de muchos días de traslado y caminatas con bajas temperaturas. Algunos presentan enfermedades preexistentes que se agravaron o no tuvieron los remedios adecuados en el trayecto.
Sin nada de ropa ni asistencia psicológica, esta gente quedó en estado de abandono y en media de una guerra. Las mujeres dejaron a sus esposos en el país porque se tuvieron que quedar al frente de la batalla. Por esto, es clave que ellas requieran de ayuda profesional para empezar de cero en otro sitio.
La institución israelí capacita en atención de catástrofes a los nosocomios zonales y coordina un movimiento de derivación de emergencia para aquellos pacientes con traslado inmediato. Esta misión es posible gracias a donantes de todo el mundo.