Israel delega la responsabilidad en la policía por los detectores de metal en el Monte del Templo

Apenas arribó al país de su visita oficial a Europa, el primer ministro, Biniamín Netanyahu, convocó al Gabinete de Seguridad donde se consideraron una serie de alternativas para reemplazar a los detectores de metal en los accesos al Monte del Templo de Jerusalén, pero manteniendo la seguridad en el terreno. Finalmente, se decidió “autorizar a la policía a tomar la decisión”.

«Israel está obligado a preservar el status quo en el Monte del Templo y la libertad de acceso a los lugares sagrados. Israel está obligado a proteger la seguridad de todos los feligreses y visitantes en el Monte del Templo», señala el comunicado que surgió tras concluir las discusiones.

La declaración justifica el hecho de que el Gabinete de Seguridad le confiere a la policía la última palabra, para «proteger el libre acceso a los lugares sagrados, y al mismo tiempo mantener la seguridad y el orden público».

Los enormes refuerzos de efectivos policiales destacan el hecho de que la policía no quiere tomar riesgos, particularmente teniendo en cuenta los disturbios violentos que han marcado la semana pasada en las afueras del recinto sagrado.

En las primeras horas de la mañana, la policía detuvo a un autobús, en el área de Latrun, que trasladaba a árabes israelíes a la mezquita de Al Aqsa, y le impidió ingresar Jerusalén.

El jueves se produjeron nuevos enfrentamientos entre cientos de manifestantes musulmanes y las fuerzas policiales en la Puerta de los Leones. Los manifestantes arrojaron botellas y cascotes a los policías, que respondieron con bombas de estruendo.

Alrededor de diez manifestantes resultaron levemente heridos como resultado de los disturbios; pero los manifestantes expresaron su intención de permanecer en el sitio y causar estragos hasta que los detectores de metal sean quitados del lugar.