El gas natural en Israel: otra vuelta de tuerca

13 febrero, 2019

Es curioso pero no sorprendente; una especie de epidemia de fiebre parece estar afectando a Israel, como resulta notorio en toda conversación, en todo encuentro,  en toda ocasión. Se trata de la fiebre de las elecciones, de esas elecciones anticipadas para las cuales faltan aún dos meses pero que ya han copado toda la atención en este país. Y no es para menos; lo que se juega en esta oportunidad es la posibilidad, sólo probable pero posibilidad al fin, de acabar con la permanencia de Benjamin Netaniahu al frente del gobierno y con ello comenzar a creer nuevamente que otro mundo es posible, que la paz –shalom- no es sólo un saludo: es por sobre todo una ofrenda que debemos a nuestros hijos, a nuestros nietos, y por supuesto a nosotros mismos.

Mientras tanto, bueno es reconocer que no sólo de elecciones vive el hombre; y en esta sociedad, en este país, hay muchos temas que ameritan mantener en primera plana, y más cuando afectan a toda la población. Y uno de esos temas es el del gas natural. A pesar de que parece haber caído en el olvido, conviene recordar que hace pocas semanas hubo un amague de resucitarlo a raíz de los anuncios de aumentos sensibles en las tarifas eléctricas (aumento por ahora detenidos frente al temor de que desataran manifestaciones públicas en los momentos más incómodos para el actual gobierno).

Aunque es probable que también lo rescate del olvido la eventual difusión y discusión de un documento preparado por Orit Farkash-Hacohen en el marco del Mossavar-Rahmani Center for Business & Government de la Universidad de Harvard, titulado “Facing a Gas Monopoly: The Power Game” (“Enfrentando un monopolio de gas: El juego del poder”), fechado en diciembre 2018 (M-RCBG Associate Working Paper Series | No. 102). Cabe recordar que Orit Farkash-Hacohen  presidió entre los años 2012 a 2015 la Autoridad de las Empresas de Servicios Públicos. Y cabe recordar también que  Orit Farkash-Hacohen fue removida de  su puesto en agosto del 2015, después de un largo proceso minuciosamente descrito en el documento arriba mencionado.

Frente a lo anterior vale pena citar como antecedentes,  algunos extractos de  lo que escribiera en  AURORA en junio del 2015, en una nota titulada “El gas natural en Israel: una historia que no termina”, y en la que  presentaba un resumen de la problemática de la explotación del gas natural en Israel y sus avatares hasta el momento.

 Decía en el 2015: “Entre finales de la década pasada y la actualidad, las reservas conocidas de gas en los diferentes yacimientos detectados en la Zona Economica Exvlusiva de Israel (principalmente en los llamados Tamar y Leviatán, que en conjunto representan cerca del 90% del total) ascienden a unos 990 mil millones de metros cúbicos, y se estima que podrían satisfacer las necesidades de Israel durante los próximos 100 años (en el 2014, la demanda de gas natural en el país representaba unos 8,4 mil millones de metros cúbicos ).  Las entidades privadas que llevaron a cabo las exploraciones y descubrimientos, bajo licencia y autorización del Gobierno de Israel, constituyen sendas empresas que, en el caso de Tamar, están conformadas por Noble Energy, con 39,66% del total, dos unidades del grupo Delek con 22,67% cada una y Ratio Oil con 1,5%, mientras que en el caso de Leviatan, Noble Energy posee el 36%, las dos entidades del grupo Delek 15,625% cada una e Isramco Negev el 28,75%. … Ambos grupos poseen además los derechos sobre otros dos yacimientos  menores de gas natural (Kartish y Tanin), en los que Noble Energy maneja el 47% y el grupo Delek el 53%.   

Obviamente estas circunstancias no resultaron desconocidas para la Autoridad Antimonopolios del Estado de Israel, que es una institución pública gubernamental autónoma e independiente… Durante el año 2014, se habría llegado a un acuerdo entre la Autoridad Antimonopolios y las empresas, cancelando la posibilidad de declarar la existencia de prácticas restrictivas al comercio por parte de Tamar y Leviatan, con la condición de que  vendieran sus posiciones en los yacimientos de Kartish y Tanin. La idea era que de esa manera se promovería la competencia entre diferentes productores de gas natural (a pesar de la  notoria diferencia de tamaño entre esos yacimientos y los de Tamar y Leviatan). Pero  a finales de diciembre del 2014,  el Director General de la Autoridad Antimonopolios descartó ese acuerdo, señalando que era insuficiente para promover la competencia deseada. 

En esta decisión habrían influido también las críticas a los precios del gas natural y a sus sistemas de ajuste, tal como estarían contemplados en los contratos de largo plazo entre Tamar y la Empresa de Electricidad de Israel. A juicio de un experto italiano (Sergio Ascari) convocado al efecto por la Autoridad Eléctrica (una institución pública israelí cuya misión es la regular y vigilar la provisión de los servicios en un sector tan vital como la electricidad), el precio del gas contemplado en esos contratos aumentaría, no disminuiría, como resultado de lo que el experto calificara como “demandas contractuales monopólicas”. Naturalmente, la decisión del Director General de la Autoridad Antimonopolios de descartar el acuerdo previo con Tamar y Leviatan, anunciada a finales de diciembre del 2014, fue ferozmente enfrentada por Noble Energy y el grupo Delek… Durante los primeros meses del 2015, tuvieron lugar prolongadas negociaciones entre un equipo interministerial (integrado por el Consejo Nacional de Economía, de la Oficina del Primer Ministro, el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Energía, con participación también de la Autoridad Antimonopolios) y los representantes de Noble Energy y el grupo Delek.

Finalmente,  a mediados del actual mes de mayo (año 2015) se llegó a un acuerdo -en el que no participó la Autoridad Antimonopolios- que en esencia contiene lo siguiente: el grupo Delek venderá su participación en Tamar en el curso de los próximos 6 años y Noble Energy disminuirá su participación en Tamar del 36% al 25%; ambos grupos mantendrán su participación en Leviatan, aunque venderán sus participaciones en los campos de gas menores (Karish y Tanin). En cuanto a los mecanismos de fijación de precios del gas (de los que depende, entre otras cosas, que los precios de la electricidad se mantengan, suban o bajen) no se tiene una imagen clara  En esas circunstancias es que se ha producido la renuncia del Director General de la Autoridad Antimonopolios, (no sin denunciar lo ocurrido en términos como los siguientes): …Nos encontramos, básicamente, en una situación en la cual nosotros demandamos competencia y el proveedor monopólico nos ha dicho que debemos decidir: si ustedes insisten en un saludable nivel de competitividad, entonces no produciré gas. Así que elijan: o bien gas o bien competitividad… pero el consumidor israelí merece ambas cosas: gas natural y un mercado de gas natural competitivo”

Hasta aquí el panorama hace unos cuatro años atrás. Alegando razones de política exterior y de seguridad, desde el año 2015 se mantuvieron los términos de los contratos firmados entre los concesionarios (monopólicos) de los yacimientos de Tamar y de Leviatan con la Corporación de Electricidad de Israel y con algunos generadores privados de electricidad, de manera que el precio del gas suministrado afecta negativamente al consumidor israelí.

El documento arriba citado de Orit Farkash-Hacohen, que se centra en los infructuosos esfuerzos de la Autoridad de los Servicios Públicos y de la Autoridad Antimonopolios para modificar las condiciones de los contratos de gas en favor del público israelí,  contribuye a completar y actualizar ese panorama, con estimaciones de los costos anuales adicionales que ha pagado y seguirá pagando Israel mientras siga vigente el esquema actual de explotación monopólica privada del gas, como reurso nacional. En notas posteriores procuraré analizar más a fondo esas estimaciones y en general los planteamientos del multicitado documento, orientados todos a hacer sonar la alarma con respecto a ld connivencias entre monopolios y poder público.

Mientras tanto, vale la pena mencionar (¿será mera coincidencia?) que Orit Farkash-Hacohen, de acuerdo a lo informado por The Times of Israel,  figura entre los primeros puestos de la lista de candidatos a diputados del partido recientemente formado por Benny Ganz.

 

 

 

 

 

 

 

 

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