El encargado contra el Antisemitismo del Gobierno alemán, Felix Klein, desaconsejó hoy llevar la kipá en algunos lugares ante el número creciente de ataques contra la comunidad judía que se registran en el país.
«Lamentablemente, no puedo aconsejar a los judíos que lleven la kipá por cualquier parte de Alemania», aseveró Klein, en declaraciones al grupo mediádico «Funke», cuestión que ha suscitado ya cierta polémica en el ámbito político.
Klein, cuyo departamento está adscrito al Ministerio del Interior, alude ahí a una «creciente desinhibición social» frente a expresiones o actitudes agresivas contra los miembros de la comunidad judía.
La extensión de los movimientos ultraderechistas actúa como «fatal caldo de cultivo» para estas formas de antisemitismo.
El representante gubernamental alude así a la estadística sobre delitos de trasfondo antisemita, que muestra un claro aumento de ataques, insultos y propaganda con estas raíces, y recuerda que un 90 % de estos actos proceden de la ultraderecha.
Según cifras recientemente difundidas por el ministro del Interior, Horst Seehofer, el cómputo de los delitos xenófobos y antisemitas se incrementó en 2018 en casi un 20 %.
En total, se registraron 7.700 delitos de índole racista, mientras que los de carácter antisemita se situaron en 1.799 casos.
En contra de la opinión de Klein se pronunció el titular de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, quien sostiene precisamente que hay que «animar» al uso de la kipá porque lo contrario es «dejarse intimidar».
«Todo el mundo debe poder mostrar su kipá, no importa dónde ni cuándo», aseveró Herrmann, de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) como Seehofer.
Hace un año, y a raíz de una agresión sufrida en Berlín por un joven que iba con la kipá, decenas de miles de personas, judíos o no, acudieron a una concentración en la capital alemana cubiertos con esa prenda en señal de solidaridad y reclamando coraje cívico contra el antisemitismo. EFE