El Ejército de Israel se entrena en una réplica de un pueblo libanés

Foto: Portavoz militar

Los reservistas de la unidad de combate 8103 del Ejército de Defensa de Israel se entrenan estos días en una réplica de un pueblo libanés, preparados para la que creen será la próxima guerra del norte.

«Si bien Israel quiere la paz, siempre está preparado para la guerra», sentencia Oren Maizel, vicecomandante de la base de Eliakim, en la región norteña de Meguido, mientras suenan los disparos de fogueo en el pueblo ficticio en el que sus tropas se ejercitan.

«Y eso hacemos aquí cada semana: instruimos a las fuerzas en este lugar que se parece mucho al Líbano. Hemos construido un pueblo con los elementos con los que nuestros soldados se van a encontrar en la tercera guerra del Líbano», explica Maizel.

En el terreno espinoso y rocoso del campo de ejercicios militares de Eliakim, donde los soldados empezaron a entrenar hace casi 48 horas, primero con armas de fogueo y al final del día con munición real, el comandante Maizel dice que trabajan con la asunción de que «el enemigo se está preparando para la próxima guerra».

«No la desea, pero nos podemos ver arrastrados a ella de un modo u otro, es incluso probable», indica.

Foto: Portavoz militar
Foto: Portavoz militar

Los soldados corren de una casa de cemento a otra mientras responden al fuego ficticio de otros disfrazados de miembros del grupo terrorista chií libanés Hezbollah, entre gritos simulados de «¡Alahu Akbar!» (Dios es grande) y órdenes de sus comandantes.

En las calles del pueblo ficticio hay pintadas en árabe y dibujos de Hassan Nasrallah, el líder de Hezbollah, y en las casas se ven cuerdas de tender la ropa y calderas de agua en los tejados.

Israya, comandante del batallón, acalorado y con cara de no haber dormido en mucho tiempo, dice que entrar en la ficción de la guerra no es complicado para ellos. «Es parte de nuestro cometido, además el excelente trabajo de la base y el equipo de pirotecnia ha logrado que haya aquí un ambiente bélico, y eso ayuda».

En las últimas semanas, el foco de atención se ha dirigido tanto a la línea divisoria con Siria en la meseta de los Altos del Golán como a la frontera noroeste con el Líbano, hasta el punto de que el general de brigada en la reserva y ex comandante del norte en los años ochenta Nitzan Nuriel especula con una confrontación cercana.

«Tenemos una situación parecida en Gaza y en la frontera libanesa: en ambos lugares estamos construyendo muros para defensa en caso de invasión terrestre, y si pretenden atacar, ha de ser ahora,» vaticina Nuriel.

Según el ex general de brigada el riesgo de que Hezbollah entre en territorio israelí desde el Líbano y ocupe pueblos israelíes del norte es real.

En un país en el que la guerra o la posibilidad de una guerra siempre está presente, los expertos especulan sobre futuros escenarios.

«Nuestros enemigos saben que no pueden conquistar Israel; les encantaría, pero eso no va a suceder, pero sí que pueden infligirnos daños en pérdidas humanas y en la moral, como ya ha pasado», opina Maizel.

«El daño físico lo provocarían miles de misiles que pueden llegar a lo profundo de nuestro territorio durante días y días, y el daño moral que nuestro Ejército, el fuerte y el grande, no logre detener esos misiles con operaciones terrestres, mientras nuestros civiles están en los refugios, esa es una gran victoria para ellos», añade.

El ex general de brigada Nuriel indica que el dilema de atacar o no está sólo en el lado de Hezbollah y Hamás: «Si lo hacen, responderemos tan agresivamente que probablemente sea la última gran operación en Gaza o la tercera guerra del Líbano».

«La amenaza en el borde sirio es más inmediata, pero la del borde libanés es más seria y más a largo plazo; esperemos que podamos acabar el verano sin un gran enfrentamiento bélico», cierra Nuriel. EFE y Aurora

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