El empresario Moshe Hogeg anunció sorpresivamente que está vendiendo el club Beitar Jerusalem, uno de los equipos de fútbol más famosos de Israel.
Hogeg adquirió la institución hace tres años, en los que vivió fuertes momentos de tensión. Los mismos sucedieron especialmente en los enfrentamientos con el sector de fanáticos antiárabes. Asimismo, una instancia clave también fue el intento fallido de venta de la mitad del club a un empresario emiratí.
En un comunicado, el empresario precisó que luego de consultarlo con su familia durante Rosh Hashaná, decidió abandonar el club inmediatamente. Además, nombró al abogado Itzhak Yunger como fideicomisario temporal.
«Beitar Jerusalem no es un negocio», precisó. «Yo, y otros antes que yo, hemos donado mucho dinero a este club. Nunca pedí una medalla ni un agradecimiento. Pero por otro lado, con el debido respeto, es inaceptable para mí donar sumas excesivas todos los meses y escuchar, cada vez que entro al estadio, maldiciones sin parar contra mí, mi esposa e incluso mis hijos», agregó.
«La Familia (así se denomina el grupo de fanáticos extremos del club) nunca me detuvo», sentenció Hogeg. «Luché contra el racismo y la violencia sin miedo, traje a un jugador musulmán y nunca me rendí», concluyó el empresario.