El descanso de la tierra. Reflexión.

29 mayo, 2024 , ,
Monte Sinaí - Foto: Pixabay

El Eterno habló a Moshé en el monte Sinaí para decir: Habla a los hijos de Israel, y diles “cuando entren a la tierra que Yo les entrego, la tierra guardará un Shabat de cese por el Eterno. Durante seis años sembrarás tu campo … Pero en el séptimo año habrá un cese total para la tierra”.
Levítico 25 -1,2,3,4

Geometría sagrada.

En el judaísmo, ya no cabe duda, todo se encuentra calculado. Y, de hecho, al igual que la geometría que es una rama de las matemáticas, todo está previsto.

El 7 que es el número del hombre, debe también aplicarse a las labores agrícolas, ya que la vida del judío debe mostrar su emuná (fe, fuerza o convicción), que toda la creación debe reflejar que, en definitiva, el resultado de todo trabajo humano, solo fructifica si se encuentra en sintonía con el plan divino, para esa persona o para ese colectivo.

Correspondencia.

Como dice el Cantar de los Cantares del Rey Salomón: “yo soy para mi amado, y mi amado es para mí”, de igual forma, y sin caer en contradicciones, esa correspondencia si bien es deseable, y constituye la fórmula básica de la vida del judío, en ciertos casos y tiempos, existen pruebas desde lo alto, o situaciones que nos dejan en off side (fuera de juego o en posición adelantada), de tal forma que lo único seguro con Hashem o el Creador es nuestro servicio o esfuerzo para servirle u obedecerle. Pero el resultado esperable no siempre se nos da. De igual forma, el pueblo hebreo según escuché una disertación del día de ayer, obtiene el pago aún solo por el esfuerzo en el cumplimiento de los preceptos, más allá de todo resultado.

Existen pruebas para todo hijo del hombre, y muchas, de significados ocultos o ignorados.

Amor sin barreras.

En la última parashá Behar, o capítulo semanal leído este último Shabat

en las sinagogas de todo el mundo, añade un precepto que puede implicar múltiples significados, y un desafío infinito a cualquier expectativa humana.

Aún la tierra que les fue entregada a los hijos de Israel merece un respeto y su descanso.

El final. Recalculando.

Al ver cuanta pelea hay entre hermanos, en Merón (Israel), por el motivo que fuere, sorprende que la lección del 7-10 no haya movilizado nuestros corazones, y mentes, y almas. No basta ir a rezar a la tumba de un Tzadik (un justo y Sabio), también debemos entender que ese hermano que tenemos al lado, sea policía, religioso o secular, debe ser respetado en profundidad.

No más peleas entre iehudim (judíos). Ya que, de lo contrario, y tal como está expresado en la Sagrada Torá, la Tierra de Israel podría vomitarnos (por inconducta).

Existe un contrato entre el pueblo judío y el Todopoderoso. Y ya tenemos experiencia (antecedentes) de las consecuencias en su incumplimiento.

Evitemos repetir errores, y nuevamente tropezar tantas veces con la misma piedra.

Evitar y rechazar el odio gratuito. Y poder reemplazarlo por amor gratuito. Esta es la mejor arma y defensa para poder conservar esa pequeña franja de tierra que, por oscuras razones, muchos millones intentan expulsar a Israel de ella, ahora con la excusa del pueblo palestino.

Shavua Tov.

Dr. Natalio Daitch

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