El camino al Holocausto en Grecia

8 octubre, 2024 ,
Museo de la Guerra, Tesalónica, Macedonia Central, Grecia- Foto:: Wikipedia - CC BY-SA 3.0

Bajo este título apareció por primera vez en español un libro de memorias de una víctima y testigo del Holocausto en Grecia, Yomtov Yacoel, que detalla con todo lujo de detalles la destrucción de la Salónica judìa, epicentro de la vida sefardí en esta zona de Europa y conocida como la “Jerusalén de los Balcanes”. 

Desgraciadamente, Yacoel finalmente fue enviado por los nazis a los campos de la muerte y asesinado dejando inacabado su testimonio para la posterioridad.

por Ricardo Angoso

En este relato pormenorizado de lo que ocurrió en Salónica desde la ocupación de la ciudad por los nazis, el 6 de abril de 1941, hasta el 7 de marzo de 1943, en que se intensifica la persecución contra los judíos por los ocupantes, Yacoel nos narra algunos capítulos desconocidos del Holocausto griego, como la solidaridad de algunos cristianos griegos, el siniestro papel del gran rabino de la ciudad, Zvi Koretz, en la deportación de los judíos locales, el desconocimiento de lo que está pasando con los judíos de Europa en Grecia, la falta de liderazgo de la comunidad judía ante los hechos que estaban ocurriendo desde la llegada de los alemanes, la colaboración de las autoridades griegas en la destrucción del cementerio judío de Salónica y la ingenua creencia de muchos judíos de que el exterminio  no se produciría finalmente.

UNO DE LOS POCOS TESTIMONIOS DEL HOLOCAUSTO GRIEGO

El libro, que nunca había sido publicado al español hasta el año 2019, apareció por primera vez en Grecia en 1950 y después se perdió el rastro del mismo, quizá por la mala conciencia de los griegos por el alto grado de colaboracionismo de muchos de ellos con los nazis en la deportación de miles de judíos y por la desmemoria colectiva con respecto a las víctimas del Holocausto durante décadas en varios países de Europa, entre los que destaca Grecia.

El 7 de marzo de 1943  se pierde el rastro de Yacoel, ya bajo custodia de los nazis y a punto de ser enviado a Birkenau, donde fallecería trágicamente asesinado en las cámaras de gas. Yacoel, a diferencia del colaboracionista hasta la felonía rabino Koretz, comienza a ser consciente a medida de que se incrementan las medidas antisemitas en Salónica y se va cerrando el cerco en torno a la comunidad judía de la ciudad que la fase final de la persecución a los judíos será el exterminio de los mismos por cualquier medio, bien sea asesinándolos, sometiéndoles a tratos degradantes y trabajos forzados que conducen a la muerte o bien enviados a los campos de exterminio.

Casi en voz alta, Yacoel reflexiona sobre el momento que viven los judíos en sus memorias: “Pero cuál fue la actitud de los israelitas, como individuos y como colectivo étnico, frente a los alemanes, desde el comienzo de la ocupación de Salónica. ¿Hubo actos de resistencia o reacciones clandestinas contra los alemanes en las que participaran los judíos? La respuesta a esta pregunta es negativa. Los israelitas de Salónica, que conocían la suerte de sus homólogas y organizadas de Europa central, fueron presas de un auténtico terror. Sin líder alguno ni consigna de ningún tipo, como por instinto, cada israelita se impuso a sí mismo limitaciones, de tal manera que el invasor no encontrara ningún pretexto para poner en marcha la política antisemita”.

Yacoel, que ve con impotencia este servilismo de los líderes judíos griegos con respecto a sus ocupantes y echa en falta algo de heroísmo por parte de los judíos de Salónica para enfrentar su infausta suerte, trabajaría denodadamente para que en esos tiempos desesperados, en que estaba en juego su propia vida, tratar de organizar la vida de la comunidad, creando hogares infantiles para alimentar a los niños hambrientos, dando ayuda a las familias necesitadas de la comunidad y evitando que muchos judíos fueran enviados a realizar trabajos forzados en los campos creados por los nazis. Pero, sin embargo, día a día los nazis imponen medidas más coercitivas y, siguiendo el siniestro guion puesto ya en marcha en otros países, los judíos de Salónica se ven desprovistos de todo, marcados con las estrellas de David, arrojados de sus casas, propiedades y tierras y condenados a una existencia infrahumana en su propia ciudad, en la que vivían desde hacía siglos.

LA DESAPARICION DE LA SALONICA JUDIA

El abogado Yomtov Yacoel, que había desarrollado su carrera con notable éxito y que gozaba de un gran predicamento en su comunidad, se niega a aceptar la realidad que está viviendo en primera persona, pero es consciente de lo que está pasando es algo ajeno a los códigos, leyes y normas que habían regido el mundo que había conocido hasta la ocupación de Grecia por los nazis. En el nuevo mundo conducido por los alemanes en Salónica reina la arbitrariedad, la crueldad innata hacia los judíos, la persecución del diferente y un salvajismo sin precedentes, se puede decir sin ambages de duda, en la historia de una ciudad antaño tolerante, respetuosa hacia los judíos y cosmopolita.

Enfrentando así una realidad irrespirable y conducido hacia un laberinto de absurdas normas persecutorias, cuyo único fin es llevar al abismo y a la muerte a los judíos, Yacoel trabaja con ahínco y sin descanso al servicio de su comunidad, aunque quizá en su fuero interno ya ha comprendido que todo está perdido y que el callejón sin salida en que se encuentran los judíos de Salónica, junto con los de media Europa, acabará en la deportación y después el exterminio. Los peores augurios, que también corrían entre la comunidad de Salónica, en el sentido de que los campos de concentración poseían cámaras de gas y que se estaba exterminando sin contemplaciones a los judíos, se cumplirían desgraciadamente y con creces en casi toda Grecia. Yacoel no podía huir de Salónica porque tenía a su cargo a su familia y a dos hermanas.

Concluimos esta breve  nota con algunos datos sobre el Holocausto en Grecia, donde me atrevería a decir que más del 90% de las 60.000 víctimas judías procedían de Salónica, y reproduzco literalmente los datos que arroja Yad Vashem: “Se estima que sólo 1.475 de estos judíos deportados sobrevivieron a los campos. Unos 9.066 judíos griegos adicionales sobrevivieron ocultos. Se considera objetivo que entre 13 y 17% de los judíos de Grecia sobrevivieron el Holocausto. Entre 58.885 y 67.930 judíos griegos fueron asesinados durante la ocupación alemana”. 

Tras la Segunda Guerra Mundial, la vida judía de Salónica casi desapareció por completo y los que regresaban se encontraban que sus viviendas habían sido ocupadas por griegos reacios a devolverles sus propiedades, obligando a muchos a emigrar hacia Israel u otros países occidentales ante la falta de expectativas y protección jurídica. En la actualidad, la comunidad judía de Tesalónica cuenta con unos 700 miembros -personalmente creo que serán menos-. Además de la sinagoga de Monasteriotes, donde se celebran servicios religiosos sólo en las altas fiestas y ocasiones especiales, Tesalónica cuenta con otra sinagoga y una casa de Jabad que celebran servicios religiosos con regularidad. La comunidad también cuenta con una escuela judía primaria. El Museo Judío de Tesalónica representa la historia de la comunidad judía de Tesalónica y su destrucción durante el Holocausto, es un lugar imperdible en una visita a la ciudad. Este libro de Yomtov Yacoel es uno de los pocos testimonios que han llegado hasta nuestros días del Holocausto griego y ahí radica la importancia de este texto fundamental para conocer este trágico episodio de la historia contemporánea de Grecia.

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