“El Buen Soldado” es una nueva película de la directora israelí Silvina Landsman (oriunda de Argentina), una cineasta documentalista ganadora de varios premios. El conflictivo filme es una coproducción Israel- Francia-Alemania, que sigue desde adentro las actividades del grupo israelí “Shovrei Shtika” (Rompiendo el Silencio)
que revela testimonios de soldados dados de baja que sirvieron en los territorios. La película refleja la compleja realidad israelí por todos lados y cuestiona los puntos con los que el espectador se mide con la pregunta de qué es ser un buen soldado.
La película tuvo su estreno mundial en DoCaviv 2021 y en estos días se presenta en un estreno internacional en el “DOK-Leipzig” (Festival internacional de películas documentales de Leipzig. Se postula en las nominaciones al premio del público y al premio Leipziger Ring). A partir del 21 de noviembre se proyectará públicamente en cines de todo el país.
Silvina Landsman nos cuenta que para este documental durante muchos meses su cámara acompañó a “Breaking the Silence” en reuniones internas, giras por Hebrón, conferencias, confrontación con los medios de comunicación, en un momento en que la lucha contra el grupo se caracterizaba por el uso de cámaras ocultas de impostores cuyo objetivo era el de incriminarlos. Nos confiesa que en este contexto, el acto de documentación estuvo acompañado de la preocupación por cuestiones de responsabilidad, el significado del consentimiento, la construcción de confianza.
La película realmente está plena de una variedad de conflictos y resulta muy difícil verla: el encuentro entre soldados, los residentes de los asentamientos, los residentes palestinos, y los activistas de “Rompiendo el Silencio”. Desde las discusiones más tolerantes hasta los enfrentamientos cargados y violentos, la película presenta preguntas fatídicas sobre la percepción de la moralidad, la verdad, la buena ciudadanía y la emoción nacional. No es un filme fácil de digerir y menos sabiendo que se proyectará en todo el mundo.
Silvina creció en Buenos Aires, emigró a Israel cuando era niña, sirvió en el ejército y después de estudiar cine en la Universidad de Tel Aviv se mudó a París, donde adquirió experiencia en el mundo del documental y la trama. En 1995 hizo su primera película allí. A su regreso, fundó “Comino Films” para producir sus películas de forma independiente. Durante 20 años, sus películas se han proyectado en festivales de cine de todo el mundo y han ganado premios internacionales.