El lunes, el Banco de Israel publicó un nuevo informe en el que ajustó su pronóstico de crecimiento de la economía israelí para 2025.
En esta nueva publicación, el banco nacional confirma que esperan una mejora en la situación económica general, respaldado por una disminución en la intensidad de los combates. Sin embargo, advirtió que la incertidumbre geopolítica y las expectativas de inflación siguen siendo desafíos importantes.
El banco central ajustó su pronóstico de crecimiento, proyectando un aumento del 0.6% para 2024, 4% en 2025 y 4.5% en 2026, lo que representa una mejora respecto al pronóstico de octubre, que estimaba un crecimiento del 0.5% para 2024 y del 3.8% para 2025.
A pesar de esta mejoría, Amir Yaron, gobernador del banco, señaló que “la prima de riesgo de la economía sigue siendo alta en comparación con su nivel previo a la guerra”, y además, enfatizó la importancia de no realizar cambios en el marco presupuestario de 2025 para mantener la confianza de los mercados, y en ese sentido es crítido de la composición del presupuesto del gobierno y la falta de medidas para reducir costos: “El gobierno debería haber integrado más componentes que apoyen el crecimiento a corto y largo plazo, eliminando barreras y reduciendo gastos que desincentivan la entrada al mercado laboral y la productividad”.
Por otro lado, el banco central mantuvo la tasa de interés de referencia en 4.5% por octava reunión consecutiva, justificando la decisión por la incertidumbre geopolítica y las expectativas de inflación. La inflación anual, que en noviembre fue del 3.4%, aún supera el rango objetivo del gobierno de entre 1% y 3%.