Después de un enero en el que el Banco de Israel redujo la tasa de referencia en 25 puntos básicos, en mayo el banco central sostiene la política de febrero y abril: anunció que la tasa de interés se mantendrá en 4,5%.
Los principales motivos detrás de la medida son el aumento de la presión inflacionaria, la recuperación gradual de la actividad económica y el mercado laboral y el riesgo económico elevado debido a la incertidumbre geopolítica en curso.
Sobre la decisión, Amir Yaron, director de la entidad afirmó que “todos estos parámetros están poniendo más presión en el proceso de normalización de la tasa de interés porque estamos decididos a no permitir que la inflación se desvíe”. Como será difícil reducir aún más las tasas mientras persistan las presiones inflacionarias, y teniendo en cuenta el aumento del gasto gubernamental que se desprende de la guerra, el proceso de reducción de tasas será cauteloso.
En ese último período, el shekel se mantuvo estable frente al dólar a 3.675, la tasa de inflación anual de Israel aumentó a 2.8% en abril y la economía creció un 14.1% anualizado en el primer trimestre respecto a los tres meses anteriores.