Por Orna Mizrahi, Yehoshua Kalisky y Mora Deitch
Desde la Segunda Guerra del Líbano en 2006, y bajo el telón de fondo de la relativa calma a lo largo de la frontera, con la ayuda iraní, Hezbollah llevó a cabo una rápida y vigorosa acumulación de fuerza militar, convirtiéndose en la principal amenaza convencional para Israel en los últimos años.
Se estima que el arsenal de armas de Hezbollah está conformado por más de 150.000 misiles y cohetes, casi 10 veces más de lo que tenían Hamás y la Yihad Islámica Palestina antes del 7 de octubre de 2023.
Como si fuera poco, esto incluye misiles crucero y balísticos, así como misiles con impresionantes capacidades de precisión, y no solo de corta distancia (como hemos podido ver en los últimos meses) sino también de largo alcance.
Hezbollah también trabajó duramente para mejorar su capacidad en el espacio aéreo dada su inferioridad frente a la Fuerza Aérea de Israel, que operaba libremente en el espacio aéreo libanés.
Para este propósito, Hezbollah se equipó con drones [vehículos aéreos no tripulados] mejorados para la recolección de datos de inteligencia y para el ataque, así como con sistemas de defensa -medios desconocidos en el ámbito palestino-.
El vasto arsenal de armas de Hezbollah, que mantiene en plena coordinación con Irán ante la posibilidad de una guerra a gran escala, aún no se ha reflejado en la «guerra de desgaste» que esta organización ha decidido librar contra Israel desde el 8 de octubre.
Israel está en alerta máxima debido a la creciente amenaza en su frontera norte.
Las capas de defensa de Israel están conformadas por las baterías Cúpula de Hierro [Iron Dome] y Varita Mágica [Magic Wand] contra misiles de alcance medio, y los sistemas Arrow 2 y 3 contra misiles balísticos de largo alcance.
Los vehículos aéreos no tripulados y drones, que fueron lanzados en mayo contra Israel a un ritmo récord, pueden ser interceptados con misiles antiaéreos, con el sistema Cúpula de Hierro, con artillería de alta intensidad y, en el futuro, con láseres potentes.
Fuente: INSS – The Institute for National Security Studies
El gobierno de Israel debe desarrollar una campaña exigiendo que la ONU compruebe que no tiene una mala intención contra Israel haciendo cumplir la Resolución 1701. Si no lo hace, quedaría totalmente comprobado que la ONU es un ente totalmente antiisraelí.
Porque Israel no incendia los bosques del sur del Líbano y saldrán los de Hezbola de sus escondites como ratas