Alexanda Kotey y Shafee Elsheikh Foto: Fuerzas Democráticas Sirias/Handout vía REUTERS

Estados Unidos asumió la custodia de unos 40 combatientes presos del Estado Islámico (EI), entre ellos dos británicos que se hicieron famosos por las decapitaciones de rehenes extranjeros, que estaban detenidos en cárceles del noreste de Siria, territorio bajo ofensiva de Turquía contra los kurdos.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, reconoció que había asumido la custodia de «algunos de los más peligrosos combatientes del Estado Islámico «.

«Los estamos sacando (de la zona) y trasladando a diferentes lugares, que son seguros. Tenemos un cierto número de combatientes del Estado Islámico que son particularmente malos, y queríamos asegurarnos de que no pasara nada con ellos», detalló el mandatario.

Según publicaron posteriormente medios estadounidenses como The Washington Post o The New York Times, se trata de unos 40 combatientes considerados de alto rango en las filas yihadistas que estaban dispersados por cárceles custodiadas por los kurdos.

Los kurdos han retirado personal de esos centros de detención para concentrarlos en el frente de guerra, según reportes.

De acuerdo al Post, la intención de EE.UU. es trasladarlos a los detenidos a Irak.

Estados Unidos ha tomado la inusual decisión de hacerse cargo de estos prisioneros del Estado Islámico ya que quiere prevenir que escapen o sean liberados ante la ofensiva turca contra los kurdos, que los custodiaban hasta la fecha.

Entre los prisioneros que han pasado a manos de EE.UU. están los británicos Alexanda Kotey y El Shafee Elsheikh, apodados «Jihadi Ringo» y «Jihadi George», y que junto a otros dos yihadistas de esa nacionalidad se les conocía como a los «Beatles» del Estado Islámico.

Estos yihadistas están acusados de decapitar a varios rehenes occidentales, entre ellos los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, así como al cooperante también estadounidense Peter Kassig.

También fueron los responsables del cautiverio de los españoles Javier Espinosa y Ricard García Vilanova.

Estados Unidos pretende trasladarlos a su territorio para juzgarlos por esos crímenes.

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenó retirar de la zona a las tropas estadounidenses que trabajaban con los kurdos sobre el terreno ante la ofensiva turca.

El líder estadounidense dijo en un comunicado que que Washington no respalda el ataque turco y subrayó que «le ha dejado claro a Turquía que esta operación es una mala idea».

Asimismo, Trump también dijo que Turquía será responsable de lo que pueda pasar con los yihadistas del Estado Islámico detenidos por los kurdos. EFE

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