Drama en el caso de violación de una niña israelí: retiran los cargos y liberan al sospechoso

Mahmoud Katusa Foto: Redes sociales

La Fiscalía Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunció el retiro de los cargos contra un palestino acusado de secuestrar y violar a una niña israelí de siete años.

El acta de acusación contra Mahmoud Katusa ha sido cuestionada por su aparente falta de prueba, lo que reconoció el Fiscal Militar Principal, general Sharon Afek, en un comunicado anunciando el retiro de los cargos y la liberación del sospechoso.

«Después de exámenes adicionales del material en la investigación, el Fiscal Militar Principal… encontró que la base probatoria de la acusación no satisface el requisito de contar con una ‘posibilidad razonable que conduzca a la condena’. Como tal, siguiendo las instrucciones de la corte, el proceso penal no puede continuar, y la acusación debe ser retirada, y Katusa debe ser liberado del arresto».

A pesar de la decisión de liberar a Katusa y retirar la acusación; los investigadores afirmaron que la investigación continuará, centrándose tanto en Katusa como en «otras direcciones».

«La investigación policial continuará y se intensificará, tanto en relación con Katusa como en otras direcciones».

«Tan pronto como la investigación tenga una base probatoria para presentar una nueva acusación contra Katusa u otros, se hará».

El anuncio fue emitido poco antes de una audiencia del sospechoso que estaba prevista en la corte militar.

El anuncio fue difundido tras 55 días arresto de Katusa, de 46 años, encargado de la custodia del mantenimiento de la escuela en el asentamiento judío ultraortodoxo, cerca de Modiín, en Cisjordania (Judea y Samaria).

Días atrás, fuentes con conocimiento de la investigación cuestionaron el bajo nivel de profesionalismo con el que se realizó la investigación. Solamente a raíz de la enorme repercusión en los medios de comunicación, la semana pasada, los altos cuadros de la Fiscalía Militar y la Policía de Israel, que desconocían por completo el caso, tomaron en sus manos la pesquisa.

La fuente confirmó que a más de dos meses desde que se perpetró la violación, solo el lunes arribó la policía a la casa de la presunta víctima para recoger su ropa para pruebas de ADN y agregó que los detectives eran escépticos en cuanto a la posibilidad de poder encontrar evidencias.

La fuente también confirmó que la niña de siete años solamente pudo identificar a Katusa en la escuela  luego que su madre lo apuntó y le dijo que era el hombre que la había violado. Fue solamente a partir de ese momento que la niña respondió afirmativamente.

También el malogrado examen en el detector de mentiras o polígrafo que fue citado en las decisiones previas para extender el arresto de Kadusa, había sido realizado en hebreo y no en árabe, la lengua materna del acusado.

El caso carece de pruebas físicas en parte debido a la decisión de la familia de no hacer inmediatamente la denuncia a la policía, y los investigadores han sugerido que la víctima podría haber sido inducida por su madre a identificar a Katusa como el autor.

Los cuestionamientos emergieron, poco después de que el acta de acusación fuera presentada, sobre la certeza de la identificación de Katusa como el perpetrador del crimen.

Uno de los abogados de la familia, Tal Gabay, sostiene que Katusa fue el autor y que es “preocupante” que debido a los “errores de la investigación policial, se le permita al violador andar libremente”.

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