El primer ministro italiano, Mario Draghi, criticó la entrevista realizada el domingo por una televisión italiana al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, la primera en un medio europeo desde la invasión de Ucrania, el pasado 24 de febrero, y dijo que fue «un mitin» porque no fue repreguntado por el periodista.
«Se ha hablado de entrevista, pero realmente fue un mitin. Hay que preguntarse si es aceptable invitar a una persona que pide ser entrevistada sin ninguna contradicción. Esto no es demasiado profesional», sostuvo Draghi en una rueda de prensa, tras el Consejo de Ministros que aprobó un paquete de estímulos por 14.000 millones de euros para ayudar a familias y empresas a hacer frente al encarecimiento de los precios.
«En Italia hay libertad para expresar opiniones, incluso cuando son obviamente falsas y aberrantes. Lo que dijo Lavrov es aberrante. Y en cuanto a la parte que se refiere a Hitler es verdaderamente obscena», añadió.
La entrevista, de unos 50 minutos de duración, fue ofrecida por un canal del grupo Mediaset, de la familia Berlusconi. En ella, Lavrov aseguró que la misión de la invasión rusa es «desnazificar» Ucrania y, al ser cuestionado sobre los orígenes judíos del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró que el dictador nazi Adolf Hitler también los tenía.
«Eso no significa nada. Desde hace tiempo escuchamos al sabio pueblo judío decir que los antisemitas también son hebreos», sostuvo.
La comunidad judía de Roma consideró antisemitas estas declaraciones, mientras que el ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, convocó al embajador de Rusia en Israel «para una reunión de aclaración».
Por su parte, el director general de Información de Mediaset, Mauro Crippa, defendió la importancia de la entrevista porque «es un documento que fotografía la historia contemporánea», aunque admitió que las declaraciones de Lavrov fueron «delirantes». EFE