Dos primos fueron asesinados a balazos por desconocidos en la localidad árabe de Deir el Asad, cerca de Carmiel, en el norte del país, por desconocidos.
Las víctimas, identificadas como Ali y Hafez Nasallah, de 23 y 26 años, fueron evacuadas en estado crítico, al Hospital de Nahariya, donde los médicos pronunciaron casi de inmediato su deceso.
El ataque tuvo lugar en un kiosco de propiedad familiar en el que estaban trabajado.
Otros dos niños que pasaban por el lugar resultaron heridos. Uno de ellos, de 13 años, fue intervenido quirúrgicamente, y su estado es moderado. El otro niño, de 10 años, sufrió heridas leves y fue dado de alta.
La policía está buscando a dos sospechosos que arribaron al lugar en un automóvil y balearon a las víctimas.
Los agentes de la policía que están operando en la zona estiman que el crimen está vinculado con una sangrienta disputa entre clanes árabes rivales.
הנרצחים באירוע הירי הערב בדיר אל אסד: עלי וחאפז נסאללה, שהיו בני דודים. הירי בוצע מרכב לעבר בית העסק של משפחתם ורכבם של היורים נמצא על ידי המשטרה ליד מג'דל כרום
(אורלי אלקלעי) pic.twitter.com/9ZA6bWP0hR— כאן חדשות (@kann_news) April 9, 2021
Horas antes, fue asesinado a balazos Aladin Amariya, de 30 años, en la puerta de su vivienda en la aldea beduina de Ibtin, en el norte del país. Dos de sus hermanos, de alrededor de 20 años, sufrieron heridas moderadas y leves, respectivamente. En este caso el atacante también se dio a la fuga.
Numerosas fuerzas policiales fueron enviadas a la zona para mantener el orden público y garantizar la seguridad de los habitantes.
Una ola de violencia se registra en el seno de las comunidades árabes de Israel, que está principalmente vinculada con el crimen organizado.
En 2020, 96 árabes israelíes fueron asesinados. Desde principios de año, 31 personas murieron de forma violenta en las comunidades árabes del país, según la ONG Iniciativas de Abraham. 25 de los fallecidos eran ciudadanos israelíes y seis palestinos. 26 de las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego. 19 de los fallecidos tenían menos de 30 años. Cuatro de los fallecidos murieron a manos de la policía.
Según la Policía de Israel, el 90% de los disparos efectuados en el país tuvieron lugar en las comunidades árabes, que representan aproximadamente el 20% de la población.