Dos jóvenes domiciliados en la ciudad árabe de Qalansawe en el centro de Israel fueron asesinados a balazos en horas de la madrugada. Otros dos masculinos de aproximadamente la misma edad resultaron heridos en el mismo incidente, uno de ellos se encuentra en grave estado y el otro sufrió heridas leves.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Leith Nasra, de 19 años, y Muhammad Khatib, de 20 años. Éste último era sobrino del director general de la Municipalidad de Qalansawe, quien fuera baleado a principios de mes cuando estaba sentado en su automóvil y se encuentra aún internado en grave estado. Sin embargo, la emisora estatal Kan sugirió que esos dos hechos no estarían conectados.
Las víctimas tenían un frondoso prontuario y una investigación preliminar de la policía indica que se trataría de un ajuste de cuentas entre bandas de criminales, añadió Kan.
Las víctimas fueron evacuadas por el servicio de emergencia Magen David Adom (Estrella de David Roja) a los Hospitales Beilinson de Petaj Tikva y Meir de Kfar Saba, donde fueron confirmados los decesos y están siendo atendidos los heridos.
La organización gubernamental Iniciativa de Abraham destaca que desde que comenzó el año 26 árabes han muerto en Israel. Esta cifra incluye a 20 árabes israelíes, cuatro palestinos domiciliados en Jerusalén este y dos palestinos oriundos de Cisjordania. Tres árabes israelíes fueron muertos por la policía.
El domingo, fue asesinado a balazos un hombre cerca de su vivienda en la localidad árabe de Tira, en el centro de Israel.
El fin de semana pasado un adolescente fue asesinado a balazos y otro niño resultó gravemente herido en la localidad árabe de Jaljula, también en el centro del país.
En 2020, 96 árabes israelíes fueron asesinados a balazos. Se trata de la cifra más alta que se recuerde.
Numerosas protestas se han desatado en la comunidad árabe israelí reclamando que se ponga fin a la violencia y a las organizaciones criminales.
Los árabes constituyen alrededor de un quinto de la población del país; pero más del 90% de los ataques con armas de fuego que se registraron en Israel el año pasado tuvieron lugar en las comunidades árabes, según las estadísticas de la Policía.