Por Tal Beeri
El 16 de marzo, disparos procedentes del Líbano hicieron impacto sobre un automóvil en la comunidad israelí de Avivim.
Se cree que los disparos fueron perpetrados, con armas livianas, durante el funeral de un terrorista de Hezbollah en la aldea de Maroun al Ras.
En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaron varias posiciones de Hezbollah en la aldea de Aynata, en el sur del Líbano.
El vehículo israelí fue alcanzado por los disparos cuando estaba estacionado en la Bodega Avivim, ubicada a menos de tres kilómetros de Maroun al Ras.
Esta misma bodega sufrió múltiples impactos directos durante la guerra y fue completamente abrasada por las llamas.
A pesar de los intentos de presentar el incidente como balas perdidas, es muy lejos de ser casual.
Este incidente pone de relieve la presencia de terroristas armados de Hezbollah que operan a plena luz del día en aldeas cercanas a la frontera.
Esto constituye una clara violación del acuerdo de alto el fuego y pone de relieve la ineficacia tanto de las Fuerzas Armadas Libanesas como de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) a la hora de hacerlo cumplir.
Fuente: Alma – Research and Education Center