El último miércoles, las autoridades de la ciudad de Nueva York anunciaron que devolverán siete obras del mítico pintor Egon Schiele a los herederos de un hombre judío asesinado por el régimen nazi.
En su mayoría se trata de autorretratos del propio Schiele, y también retratos de su esposa. Los dibujos pertenecían a la colección del artista de cabaret judío austríaco Fritz Grunbaum. El vienés tenía también obras de artistas de la talla de Auguste Rodin y Albrecht Dürer, además de más de 80 obras de Schiele.
Las obras estaban en posesión de varios museos, entre ellos el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Nueva York (MOMA). Después de que las autoridades de la ciudad les transmitieran la evidencia del origen de las obras, las instituciones entregaron voluntariamente las siete piezas para que sean devueltas a la familia.
En 1938, Grünbaum y su esposa Elisabeth fueron arrestados por el nazismo. Elisabeth fue forzada a firmar un documento en el que afirmaba que entregaba voluntariamente la colección de arte de su esposo a los nazis. Grünbaum murió de tuberculosis en el campo de concentración de Dachau en 1940.