Un equipo de investigadores de la Universidad Ben Gurión del Néguev (BGU), liderado por Amit Gross, director del Instituto Zuckerberg de Investigación del Agua en los Institutos Jacob Blaustein para la Investigación del Desierto, ha trabajado durante la última década en sistemas de acuaponía.
Se denomina acuaponía al sistema de cultivo de plantas y peces que combina la acuicultura tradicional, que es la cría de animales acuáticos como peces, cangrejos o camarones, con la hidroponía, que es el cultivo de plantas en el agua.
En estos sistemas, el agua de la acuicultura, que aquí funciona como un subsistema, alimenta al sistema hidropónico, en el que los desechos son descompuestos en nitritos y, posteriormente, en nitratos por bacterias nitrificantes, utilizados luego por las plantas como nutrientes.
Pero a diferencia de los sistemas tradicionales, el innovador diseño de la BGU trata los residuos sólidos de los peces mediante digestión anaeróbica, recuperando energía y nutrientes, lo que permite una operación casi sin desechos. Es por esto que se utiliza menos energía y se produce más.
Después de más de dos años de pruebas, el sistema demostró ser 1.6 veces más productivo en la superficie de cultivo de plantas y usar 2.1 veces menos agua.
Gross explicó que “alimentar a más de 8 mil millones de personas mientras se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero requiere tecnologías innovadoras. Combinar el cultivo de peces con la producción de vegetales y prevenir el desperdicio es una solución que beneficia a todos”.
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