Demandaron a Apple con la suma de 500 millonoes de shékels (unos 125 millones de dólares) una semana después de que la compañía admitiera que deliberadamente bajó el rendimiento de los modelos más antiguos de iPHone y luego de que algunas demandas similares se produjeran en los Estados Unidos.
Los dos israelíes atrás de la demanda argumentan que Apple incumplió su deber para con los consumidores al ocultar información sustancial.
Por su parte Apple afirmó que la intención al proporcionar actualizaciones de software que ralentizaban los celulares fue para lograr que la viejas baterías tengan una vida más duradera.
Pero la demandas presentadas en los Estados Unidos indican que el silencio de la compañía llevó a la conclusión de los clientes de que la única opción era comprar nuevos iPhone con un precio más elevado.
La demanda colectiva Israelí presentada en Tel Aviv indica que Apple es conocida por su naturaleza cerrada: El código de su sistema no es accesible, lo que provoca que los usuarios dependan enteramente de Apple con respecto al uso del sistema operativo y del dispositivo. El reclamo acusa a la compañía de incumplir con sus deberes básicos con el usuario al no revelar que las actualizaciones “inocentes” del software tendrá implicaciones negativas para el uso del teléfono.■